Español | English

Autora | Autorización para usar | Imprimir PDF

La comprensión y el apoyo pueden ser de gran ayuda en la prevención y superación de la violencia

Los tiroteos en las escuelas dejan una profunda huella de sufrimiento, angustia y pérdida, que se siente sobre todo en la comunidad directamente perjudicada, pero que llega mucho más allá. Los niños, las familias y el personal de las escuelas, aunque se encuentren muy lejos, suelen sentir un profundo dolor, miedo y pérdida de su propia sensación de seguridad cuando se enteran que hubo un tiroteo en una escuela, y se preocupan por la posibilidad de que una tragedia similar afecte a sus propias familias, escuelas y comunidades.

La amenaza de la violencia se cierne sobre todos los niños, sin importar dónde vivan o cuál sea su situación familiar. Y, en estos tiempos de miedo, el apoyo de los adultos que cuidan de ellos tiene el poder de marcar una profunda diferencia a la hora de ayudarles a recuperar la sensación de seguridad emocional.

Para proteger nuestra seguridad emocional y física, la de nuestros seres queridos, la de nuestros alumnos y la de nuestros colegas tras un tiroteo en una escuela, podemos centrarnos en tomar las riendas de nuestra perspectiva y hacer planes racionales en lugar de reaccionar desde la ira y el pánico.

El reto consiste en encontrar el equilibrio adecuado entre la seguridad y la vida. Por ejemplo, lo más peligroso que dejamos hacer a nuestros hijos es ir en coche. Aunque los coches son mucho más seguros gracias a los cinturones de seguridad, los airbags, los asientos de seguridad y una mayor conciencia sobre los peligros de la conducción distraída, siguen ocurriendo accidentes terribles. Sin embargo, a pesar de los riesgos, la mayoría de nosotros seguimos conduciendo coches.

La realidad es que la vida no está libre de riesgos. Nuestro trabajo como adultos solidarios es prepararnos para los posibles peligros de la mejor manera posible, vivir nuestras vidas con alegría, tomar medidas para abordar los problemas sociales que conducen a los tiroteos en las escuelas y otros tipos de violencia tan bien como podamos y enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo.

Las siguientes 7 sugerencias pueden ayudar a los adultos y a los niños a sentirse menos indefensos y más preparados ante la violencia armada en las escuelas.

  1. ¿Está preparada tu escuela… y lo estás tú?
  2. Sé una persona segura y tranquila con quien hablar
  3. Procura que sea seguro contar los problemas en la escuela
  4. Lo que los adultos pueden decir a los niños sobre lo que ocurre en la mente y el cuerpo de las personas en caso de emergencia
  5. La violencia en la escuela y en otros lugares: Lo que los adultos pueden decirles a los niños sobre cómo huir, salir herido y obtener ayuda
  6. Lo que los adultos pueden decir a los niños sobre la presencia de armas en la escuela
  7. Trabajar en los problemas de fondo

Más recursos

1. ¿Está preparada tu escuela… y lo estás tú?

Asegúrate de que tu escuela, tu familia, tu lugar de trabajo y tu organización cuentan con un plan de acción para hacer frente a todo tipo de emergencias potenciales. Esto incluye: problemas de salud urgentes, desastres naturales, agresiones y violencia.

Las claves para estar preparados son:
  • Evaluar de forma realista y exhaustiva los riesgos potenciales de los tipos de problemas que pueden poner en peligro a los jóvenes;
  • Hacer cambios para minimizar esos riesgos cuando sea posible;
  • Disponer de planes sobre cómo se manejarán las emergencias; y
  • Practicar con todo el personal de la escuela cómo evaluar la situación y tomar medidas efectivas inmediatas en caso de presentarse diferentes tipos de emergencias. Esto puede incluir la formación para reconocer el peligro, obtener ayuda inmediata, primeros auxilios, la intervención en crisis, la defensa personal, las evacuaciones de emergencia y el refugio en el lugar.

Lo que se decida hacer en los primeros segundos de una emergencia puede suponer una enorme diferencia. Estar preparados con un plan de acción y habilidades para evaluar la mejor opción y actuar rápidamente ayudará a empoderar a los adultos para asumir el liderazgo cuando sea necesario. No sólo ayudará para las tragedias relativamente inusuales como los tiroteos en las escuelas, sino para todo tipo de emergencias.

Cuando las escuelas tienen un plan de emergencia contra tiradores activos que los profesores y los alumnos han practicado, alienta a los niños a hacer lo que su profesor dice y a seguir el plan lo mejor que puedan, siempre manteniéndose alejados del tirador. Los juegos de roles son una poderosa herramienta de entrenamiento para ayudar a los adultos y a los niños por igual a entender y planificar cómo responder a situaciones peligrosas.

2. Sé una persona segura y tranquila con quien hablar

Los niños de todas las edades necesitan saber que los adultos están dispuestos a escuchar sus miedos y problemas tratándolos con respeto. Tienes que encontrar un equilibrio entre escuchar y apoyar sin cargar a los niños con tus propios miedos.

Puede ser tentador intentar que los niños se sientan mejor diciéndoles que la situación no es realmente tan mala. También puede ser difícil no reaccionar de forma exagerada y mostrarte asustado. Es probable que los niños se asusten y se pongan aún más ansiosos cuando los adultos se sientan abrumados y asustados. La violencia en las escuelas es algo que preocupa a la mayoría de los adultos. Obtén apoyo para tus propios sentimientos acudiendo a otras personas empáticas si lo necesitas.

Si actúas como si algo fuera demasiado aterrador incluso para hablar de ello, esto hará que los niños tengan más miedo. Es posible que quieran protegerte al no compartir sus miedos y esto puede hacer que se sientan realmente solos.

Los niños necesitan que los adultos los escuchen y les expliquen -con calma y de forma objetiva- lo que está ocurriendo y lo que deben hacer. Pídeles a los niños que te cuenten si alguien les incomoda por alguna razón. Cultivar en los niños el hábito de hablar contigo les ayudará a juzgar si una situación es potencialmente peligrosa o no.

A menudo, después de una tragedia por un tiroteo, las personas se dan cuenta de que se pasaron por alto muchas señales de advertencia, incluidas las que se denunciaron. Si alguien publica mensajes violentos en las redes sociales, tómalo en serio. De una manera que no te ponga a ti o a tu hijo en riesgo al revelar tu identidad, haz todo lo posible para que las autoridades escolares y la policía tomen medidas.

3. Procura que sea seguro contar sobre los problemas en la escuela

Es tu trabajo como adulto hacerte cargo del entorno en el que están tus hijos. En la medida de lo posible, asegúrate de que la escuela tenga un plan para hacer frente a un tiroteo o a cualquier otra emergencia. Asegúrate de que los adultos están capacitados para tratar con un niño que hace una denuncia sobre otro niño. La violencia en las escuelas puede intensificarse si los problemas no se gestionan de forma tal que se proteja a los alumnos que denuncian.

Una niña que frecuentaba una escuela muy exclusiva en un barrio tranquilo oyó a un niño presumir de su pistola. Tras contárselo al director, encontraron el arma y suspendieron al chico. Sin embargo, el director no protegió la identidad de la niña y la volvió a poner en la misma clase. Los amigos del chico la amenazaron de muerte. Cuando las autoridades escolares comprendan la importancia de proteger la identidad de los niños, se evitarán secuelas y se hará un gran progreso en la prevención de la violencia.

Si los niños no se sienten seguros con ningún adulto en la escuela, es importante que se puedan contarle a otro adulto en quien confíen tan pronto como puedan. La escuela necesita saber si hay un posible peligro. En algunas situaciones es necesario hacer una llamada telefónica a la escuela de forma anónima -lo que significa no decir su nombre- a algún responsable. Las llamadas o notas telefónicas anónimas sólo se tomarán en serio cuando se incluyan descripciones detalladas en el mensaje.

4. Lo que los adultos pueden decir a los niños sobre lo que ocurre en la mente y el cuerpo de las personas en caso de emergencia

Puedes decirles a los niños: “En cualquier momento en que se produzca una emergencia -como un accidente de coche, un terremoto, una inundación, un tornado o alguien haga algo peligroso-, lo más probable es que tu primera reacción sea de incredulidad. Probablemente pensarás: ‘No es cierto, es imposible. Esto no está ocurriendo, no puede ser’. Cuanto antes superes tu negación y veas lo que realmente está ocurriendo, antes podrás empezar a protegerte”.

“A continuación, es probable que experimentes sensaciones muy fuertes debido a una sustancia química de tu cuerpo llamada adrenalina. La adrenalina puede hacer que te sientas lleno de energía, o puede hacer que te sientas mal del estómago. A veces todas estas sensaciones aparecen al mismo tiempo, lo que puede resultar un poco confuso. Puede que tu cuerpo entre en pánico y quiera correr, congelarse o empezar a luchar. La buena noticia es que puedes aprender a utilizar la energía de la adrenalina para tener mucha fuerza sin dejar de pensar con claridad. Esto te ayudará a tomar las decisiones más seguras para ti. Si practicas la forma más segura de manejar diferentes emergencias, es probable que actúes con rapidez porque tu cuerpo ya sabrá qué hacer”.

El uso de juegos de rol para ensayar el manejo de diferentes emergencias, incluyendo la violencia potencial en las escuelas, puede preparar a los niños para reaccionar de un modo rápido y efectivo. Además, puede hacer que su adrenalina trabaje a su favor y no en su contra.

5. La violencia en la escuela y en otros lugares: Lo que los adultos pueden decir a los niños sobre cómo huir, resultar herido y obtener ayuda

A veces en medio de un taller de Kidpower, niños pequeños de hasta seis años nos preguntan cosas como: “¿Y si alguien viene a nuestra escuela y empieza a dispararles a todos?”. Junto con todos los demás adultos de la sala, miramos sus caritas y nos sentimos mal de que tengan que preguntárselo siquiera.

Cuando los niños preguntan qué hacer si ocurre algo malo, es importante darles respuestas sencillas y claras. Es mucho menos perturbador pensar en un plan que seguir imaginando la impotencia ante lo que pueda suceder.

Podemos decirles a los niños: “Las noticias hacen parecer que todo el tiempo están pasando cosas aterradoras como ésta. Pero esto no es cierto. Muchas personas vivirán vidas largas y felices y nunca tendrán que preocuparse de que alguien dispare a los niños en la escuela. Si ocurre algo malo en la escuela, sigue las instrucciones que te den tus profesores. Puede ser que te escondas en silencio en tu sala. Si alguien empieza a agitar una pistola, un cuchillo o empieza a disparar y no sabes qué hacer, tu opción más segura casi siempre es huir rápido y en silencio. Estarás más seguro si sigues huyendo aunque la persona con el arma te diga que te detengas. Incluso si la persona dice que va a herir a otra persona si corres, la mejor oportunidad que tienes de ayudar a esa persona es huir y buscar ayuda”.

Este es un consejo útil para la violencia en general, no sólo para la violencia en las escuelas.

Diles a los niños: “Es posible que tengas que resultar herido para poder escapar. Si se dispara un arma, se escuchará un ruido fuerte. Incluso si estás herido, la adrenalina te ayudará a correr rápido. Es probable que te cures si te hieren con un arma. Igual que cuando te caes y te hieres y te sale sangre”.

Diles a los niños: “Una vez que salgas, de la manera más segura posible, busca a un adulto en el que confíes para pedir ayuda. Ahora, pensemos en diferentes lugares en los que podrías estar y dónde podrías ir a buscar ayuda después de salir”. Tómate el tiempo necesario para intercambiar ideas sobre cómo salir y conseguir ayuda con los niños. Enséñales a los niños cómo llamar al 911; su nombre completo, su dirección y su número de teléfono; y cómo utilizar los diferentes tipos de teléfonos.

6. Lo que los adultos pueden decir a los niños sobre la presencia de armas en la escuela

Puedes decirles a los niños que “a veces los niños bromean sobre el uso de armas o sobre hacerles daño a animales o a personas. La mayoría de las veces, no lo dicen en serio, pero a veces sí. Alguien que habla de esta manera o te muestra un arma, puede tener serios problemas. Siempre quiero que te alejes con seguridad y que me lo cuentes lo antes posible”.

Los jóvenes deben saber cómo alejarse de alguien que les incomoda sin decir lo que piensan. Esto significa que tienen que mentir para mantenerse a salvo. Decir “Por supuesto que no lo contaré” o incluso “Sí, me parece bien” puede salvarles la vida. Puede que tengan que darle la razón a la persona que está actuando de forma extraña o que les da miedo, incluso con un fuerte insulto. Podrían decir: “Sí, tienes razón, mi madre es una asquerosa (o algo peor)”.

Los niños deben dar aviso a un adulto de su confianza, de forma urgente cuando alguien esté actuando de forma potencialmente peligrosa. Algo que podrían decir es: “Se trata de mi seguridad y de la seguridad de los demás aquí en nuestra escuela. Necesito que me prometas que me vas a proteger, sabiendo que soy yo quien lo está reportando. Quiero que llames a mis padres (o a otro adulto seguro) de inmediato para que puedan estar conmigo”.

7. Trabajar en los problemas de fondo

Como adultos solidarios, todos debemos trabajar juntos para emprender acciones sociales que ayuden a prevenir este tipo de violencia en el futuro. Abordar los problemas sociales más amplios que pueden originar tiroteos masivos va a llevar tiempo. A medida que aumenta el número de tiroteos, debemos encontrar formas de hacer que nuestras escuelas y comunidades sean más seguras. Tenemos que encontrar nuestra propia manera de ayudar a abordar los problemas de fondo que conducen a la violencia en las escuelas y en nuestras comunidades.

Algunas acciones importantes pueden ser:
  • Implementar políticas escolares que establezcan que las amenazas, el acoso y la violencia en las escuelas van contra las reglas, y tendrán consecuencias claramente definidas.
  • Garantizar que los servicios de salud mental estén disponibles para cualquiera que los necesite, especialmente para los jóvenes y las familias que tienen dificultades.
  • Proporcionar educación y políticas para detener los prejuicios, el bullying, el acoso y cualquier otra forma de violencia en las escuelas.
  • Acompañar a los niños con problemas.
  • Vigilar y ser conscientes de las formas en que la industria del entretenimiento normaliza la violencia para nuestros niños.
  • Educar a los jóvenes en los medios de comunicación para que aprendan que no es bueno ni masculino ser violento.
  • Educar al personal escolar, a los agentes de la ley y a los padres sobre las señales de advertencia que pueden preceder a la violencia en las escuelas.
  • Ayudar a los jóvenes a aprender a resolver conflictos, a autoprotegerse, a establecer límites y a confiar en sí mismos, organizando y apoyando programas como Kidpower.

La violencia en las escuelas puede parecer un problema abrumador. Podemos mantener a nuestros hijos a salvo la mayor parte del tiempo tomando medidas tanto para reducir el potencial de violencia como para ayudar a los niños a desarrollar planes y hábitos de seguridad.

Te urgimos a compartir los siguientes artículos con cualquier adulto con niños en tu vida que pueda tener preocupaciones y preguntas.

Visita nuestra Biblioteca en línea y nuestra Tienda de Libros RelationSafe™ Bookstore para obtener más información sobre los recursos de Kidpower para enseñar estas habilidades y conceptos de Seguridad con las Personas.

Te invitamos a descargar este artículo destacado para tu uso personal, e imprimir una (1) copia gratis - siempre y cuando mantengas el PDF “tal y como está” y no lo publiques o compartas electrónicamente, de acuerdo a nuestros Términos y condiciones de uso. Al completar este formulario, aceptas recibir correos electrónicos de Kidpower y entiendes que puedes darte de baja en cualquier momento.
Recibirás un correo electrónico con un enlace seguro y encriptado para descargar el PDF. Por favor, considera realizar una donación para apoyar a nuestros recursos en línea gratuitos.
 

Derechos de autor © 2012 - presente. Todos los derechos reservados.

Fecha de Publicación: December 14, 2012   |   Última actualización: December 2, 2021

Traducción de María Gisella Gámez

Kidpower Founder and Executive Irene van der Zande is a master at teaching safety through stories and practices and at inspiring others to do the same. Her child protection and personal safety expertise has been featured by USA Today, CNN, Today Moms, the LA Times, and The Wall Street Journal. Publications include: cartoon-illustrated Kidpower Safety Comics and Kidpower Teaching Books curriculum; Bullying: What Adults Need to Know and Do to Keep Kids Safe; the Relationship Safety Skills Handbook for Teens and Adults; Earliest Teachable Moment: Personal Safety for Babies, Toddlers, and Preschoolers; The Kidpower Book for Caring Adults: Personal Safety, Self-Protection, Confidence, and Advocacy for Young People, and the Amazon Best Seller Doing Right by Our Kids: Protecting Child Safety at All Levels.