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Aprender a persistir ante los obstáculos es esencial para la seguridad personal, y una importante habilidad para la vida. El siguiente artículo es un extracto del libro The Kidpower Book for Caring Adults (solo disponible en inglés).
Como sabe cualquier padre o profesor, la mayoría de los niños pueden ser bastante implacables a la hora de persistir en pedir lo que quieren cuando se sienten seguros. En los talleres con niños de tan solo cuatro años, a menudo les enseñamos a decir la palabra “¡Persistencia!”. Les explicamos: “Persistencia significa ‘no rendirse’ aunque hacer algo sea difícil o no funcione a la primera”.
¿Qué tiene que ver la persistencia con la seguridad personal?
Proteger la seguridad personal de los niños en el mundo real a menudo requiere que sean capaces de seguir adelante en lugar de rendirse cuando se enfrentan a problemas que les resultan incómodos o les dan miedo. Por ejemplo, es probable que establecer un límite provoque una reacción negativa al principio. Saber persistir con una respuesta positiva ante esa reacción negativa puede suponer una gran diferencia a la hora de que dicho límite sea o no respetado. Además, queremos que los niños pidan ayuda cuando la necesiten, pero persistir para obtener ayuda cuando nadie parece escuchar puede ser un trabajo muy duro. Para que los niños confíen en su poder personal, deben saber cómo seguir adelante incluso cuando se sientan molestos, desanimados, infelices, avergonzados o cansados.
Qué pueden hacer los adultos
Los adultos pueden apoyar el desarrollo de la habilidad de persistir, de las siguientes maneras:
- Dándoles a los niños oportunidades de asumir retos en los que puedan tener éxito;
- Ofreciéndoles orientación en vez de hacer las cosas por ellos cuando piden ayuda;
- Reconocer sus sentimientos de infelicidad sin dejar que los niños se den por vencidos;
- Darles oportunidades de practicar en entornos de apoyo para que puedan ensayar las habilidades que necesitan aprender;
- Proporcionarles guía en el momento para que no se rindan;
- Dividir un reto en pasos más pequeños cuando los niños se queden atascados; y
- Motivar a los niños para que sigan adelante aunque no tengan ganas.
Cómo hacer que los niños pequeños escalen montañas altas
Las actividades físicas pueden ayudar a crear confianza en la capacidad de persistir. Algunas personas lo hacen a través de los deportes o la danza. Cuando mis hijos eran pequeños, lo hacía a través de caminatas y viajes de acampar con nuestra familia, nuestra tropa de niñas exploradoras y nuestro grupo de niños de campamento. Mi teoría era que, dijeran lo que dijeran, si los niños que estaban conmigo tenían energía suficiente para correr, gritar o chapotear en los arroyos una vez que nos sentábamos durante una excursión, tenían energía suficiente para seguir adelante.
“¡Pero estoy demasiado cansado! ¡No puedo!”, se quejaban a menudo los niños. “¡Está demasiado lejos!”
“Lo entiendo”, les decía alegremente. “Sigue poniendo un pie delante del otro y llegarás a la cima. Te lo prometo”.
A veces nuestras caminatas eran más largas e incluían algunos quejidos, pero siempre llegábamos. Yo ofrecía motivaciones para ayudar a que la caminata fuera más interesante y divertida. Conversación. Atención exclusiva. Regalos para el camino. Cuentos. Canciones.
Cuando los niños se resistían mucho, subía la apuesta. “¡Te quiero demasiado como para dejar que te rindas!” le expliqué una vez a una joven exploradora. Durante dos millas, sostuve su mano sudorosa firmemente entre las mías para evitar que se cayera, ya que insistía en tambalearse dramáticamente para demostrarnos a ambas (y a todos los que la miraban) lo agotada que estaba. Cuando llegamos a la parte del sendero que implicaba trepar por las rocas con asideros, esta niña se interesó y se unió con entusiasmo a sus amigos.
Animé a los niños que iban de excursión conmigo a que no se quejaran e hice todo lo posible por recompensar su alegre perseverancia. Su sensación de logro al final de la travesía siempre hacía que las dificultades que teníamos en el camino merecieran la pena.
Persistir vale la pena
Investigaciones recientes demuestran que los niños a los que se elogia por esforzarse obtienen mejores resultados en los tests de inteligencia que los niños a los que sólo se les dice que son inteligentes. La razón parece ser que los niños a los que sólo se les decía que eran inteligentes tenían miedo al fracaso. Los niños que entendían que su cerebro es como un músculo que necesita ejercitarse eran más propensos a arriesgarse y a esforzarse.
Esforzarse ante el malestar interior y el desánimo exterior requiere trabajo. Aprender a persistir es una habilidad que puede servir a los niños, no sólo para estar seguros con la gente, sino en todos los ámbitos de su vida. Cada vez que un niño muestra su determinación para superar un obstáculo, grande o pequeño, podemos celebrarlo diciendo: “¡Te felicito! Estás utilizando tu Poder de Persistir”.
Fecha de Publicación: July 11, 2022 | Última actualización: July 11, 2022
Traducción de María Gisella Gámez