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Las armas aumentan el peligro de un ataque. Y aun así, la mayor parte del tiempo, podemos protegernos. El siguiente artículo ha sido extraído de: One Strong Move: A cartoon-illustrated introduction to self-defense y de The Kidpower Book for Caring Adults, una guía detallada sobre defensa personal, autoprotección, confianza y defensoría para jóvenes.
Los alumnos de todas las edades nos preguntan a menudo: “¿Y si alguien tiene un cuchillo o una pistola?”.
La mística cultural sobre el poder de los cuchillos y las pistolas puede hacer que la gente se sienta indefensa incluso ante la idea de un arma. Tristemente, historias como la de dos adolescentes que fueron secuestradas y agredidas sexualmente cerca de su escuela por un hombre que les dijo que tenía una pistola, aunque ellas nunca la vieron, son demasiado comunes.
Por desgracia, el problema contrario también es común. En un incidente, unos jóvenes que se conocían comenzaron con una discusión que desembocó en una pelea y un apuñalamiento. En otro caso, un adolescente recibió un disparo luego de pelearse con un amigo por un dulce de Halloween. El chico le había sustraído la pistola a su padre. Con demasiada frecuencia, jóvenes y adultos acaban heridos, en la cárcel o muertos porque no saben cómo alejarse ante un insulto o cómo entregar sus cosas.
Peligroso, pero no irremediable
El mayor peligro es creer el mito de que no hay salida. Para los jóvenes que viven en zonas con altos índices de violencia armada, la sensación de desesperanza puede ser aún mayor, y por lo tanto necesitan y merecen un apoyo adicional para su seguridad física y emocional. Sin embargo, todos los jóvenes merecen conocer “lo fundamental” sobre la seguridad con armas. Esto es lo que enseñamos a los alumnos en nuestros talleres de introducción a la defensa personal.
Si alguien tiene un arma -un cuchillo, una pistola o un garrote-, te dará mucho miedo y podrás salir herido. Pero casi siempre puedes estar más seguro si recuerdas algunas cosas. En primer lugar, la mayoría de las veces, al principio de un ataque, alguien que tiene un arma no piensa utilizarla. El arma se utiliza para asustarte y que hagas lo que el atacante quiere. Si el atacante quiere robarte algo, como tu dinero o tus bienes, entrégalo. “Tú eres más importante que tus cosas”.
Entrenamos a los alumnos para que practiquen dejar la cartera o soltar el bolso o el teléfono mientras se alejan de alguien que les amenaza mientras dicen con calma: “Tómalo. Es tuyo”.
Demasiadas personas han resultado heridas o han muerto luchando por su propiedad, así que imagínate que renuncias a tus cosas. La propiedad puede ser reemplazada – ¡tú no puedes!
Sin embargo, supón que un atacante intenta hacer algo que haga las cosas más peligrosas para ti, como llevarte, atarte o hacerte daño. Permitir que esto ocurra le da al atacante más privacidad y más control, que es como alimentar un incendio con más oxígeno y combustible.
En este tipo de situaciones, casi siempre estás más seguro si gritas y luchas lo mejor que sabes para poder huir y ponerte a salvo lo antes posible. La mayoría de las veces, el atacante no va a utilizar el arma.
¿Y si el atacante tiene una pistola?
Una adolescente volvía a casa caminando desde el colegio y un hombre se detuvo en un coche. Le apuntó con una pistola y le dijo que entrara en el coche. En lugar de hacerlo, ella gritó y salió corriendo, y se puso a salvo.
En este punto, los alumnos suelen preguntar: “¿Pero qué pasa si el tipo dispara el arma?”
Los agentes de policía nos han dicho que irse con un agresor es casi siempre mucho más peligroso que arriesgarse a recibir un disparo o una puñalada para escapar lo antes posible.
Lo que se ve en los programas de televisión y en las películas, donde alguien dispara y todos caen muertos, suele ser falso.
Aunque muchas personas pueden resultar heridas o fallecer en tiroteos en masa, la mayoría de las personas pueden escapar la mayor parte del tiempo. La mayoría de las veces, incluso los policías entrenados, aun a corta distancia, fallan cuando disparan a un objetivo que se aleja de ellos. Así que lo más seguro es que huyas si tienes alguna oportunidad. Aunque los tiroteos en masa sean muy publicados en las noticias, la posibilidad de que te encuentres en una situación así es relativamente baja. Muchos más ataques con armas suceden por otras razones – por robos, violencia entre miembros de pandillas, violencia doméstica, o argumentos que se salen de control.
Incluso si te disparan, la mayoría de las heridas de bala no son mortales y se curan completamente.
Entrenamos a los alumnos para que imaginen que van por la calle y se enfrentan a alguien con una pistola. Un instructor simula tener un arma y dice: “¡Sube al carro!”.
Entrenamos a nuestros alumnos para que se den la vuelta y salgan corriendo, en una curva o en zigzag, si es posible, para dificultar que la persona con la pistola apunte.
Si no tienes espacio para huir al principio, trata de fijarte en dónde apunta la boca del cañón, el extremo abierto, circular y de descarga de un arma. En cuanto el agujero del extremo del arma no te apunte a ti, haz lo posible por alejarte y correr.
Nuestro libro de autodefensa One Strong Move muestra cómo engañar a alguien que está a punto de hacerte daño fingiendo que te rindes, distrayendo, mintiendo o haciendo preguntas. Estate abierto al maravilloso plan que puede crear tu mente. Un hombre que estaba siendo secuestrado consiguió escapar golpeando la mano de la persona que sostenía la pistola con su teléfono móvil mientras se agachaba, lo que hizo que el arma cayera de la mano del atacante y pudiera escapar.
De nuevo, si el objetivo es el robo, te recomendamos encarecidamente que entregues tus cosas. Pero si el objetivo es hacerte daño a ti o a un ser querido, prepárate para hacer todo lo que esté en tus manos para huir y conseguir ayuda.
¿Qué ocurre si un agresor tiene un cuchillo?
Los principios de defensa personal con cuchillos son similares a los de las armas de fuego, con una diferencia importante. Si hay un cuchillo y tienes algo de espacio, tu opción más segura es huir. Sin embargo, ¡también puedes lanzar cualquier cosa! No querrías lanzar algo a alguien que tiene un arma de fuego, porque podría dispararse por accidente. En cambio si alguien tiene un cuchillo, puedes lanzar tu mochila, un libro, arena o cualquier otra cosa a tu alrededor para asustar a la persona con el cuchillo y mantenerlo alejado de ti.
A veces hacemos que los alumnos practiquen lanzando una almohada o cogiendo aire y lanzándolo a un instructor que finge amenazarlos con un cuchillo. Mientras lo lanzan, gritan “¡NO!” y luego corren hacia un lugar seguro gritando por ayuda. Con esta práctica, los alumnos pueden ver que cuando las personas creen que se les ha lanzado algo, es natural atraparlo o bloquearlo para proteger la cara. Es probable que el atacante se centre en lo que le han lanzado, lo que da a la persona siendo agredida más tiempo para huir y conseguir ayuda.
“¿Pero qué pasa si no hay espacio? ¿Y si el cuchillo está justo cerca de tu cuerpo?”, preguntan a veces nuestros alumnos.
Si no hay espacio, es posible que no puedas elegir si te cortan, pero casi siempre puedes elegir dónde te cortan. Mejor las manos o la parte exterior de los brazos que la cara, la garganta o la sección media.
Como nuestros alumnos parecen alarmados, les preguntamos: “¿Te has cortado alguna vez al caerte?”. Cuando asienten, preguntamos: “¿Te has curado?”. Cuando nuestros alumnos vuelven a asentir, les decimos: “La mayoría de las veces que te hieres puedes sanar”.
Con los jóvenes de más edad que ya están preocupados por esto, o con los adolescentes, a veces practicamos diciendo a los alumnos: “Imagina que alguien está a punto de apuñalarte con un cuchillo. Pon los brazos delante de ti. Utiliza la parte exterior y huesuda de tus brazos para bloquear el cuchillo y que no llegue a tu cara o a tu cuerpo. Grita “¡NO!” y corre hacia un lugar seguro”. También mostramos cómo utilizar algo cercano para bloquear el cuchillo, como una silla o una sudadera.
Las armas en manos de un niño o un adolescente son extremadamente peligrosas. Desde que son pequeños, muchos jóvenes han visto en los medios de comunicación repetidas imágenes de personas que son asesinadas sin consecuencias. Puede parecer un juego, y es posible que no tengan una idea real de lo que significa disparar o apuñalar a alguien.
¿Estaría más seguro si tuviera mi propia arma?
Nuestros instructores, Jamiko y Ryan, explicaron: “El problema de tener un arma es que es más probable que la uses, lo que significa que es probable que alguien salga herido y se meta en problemas con la ley”. Los dos instructores demostraron la situación poniéndose frente a frente con las manos en forma de “pistola” apuntándose mutuamente. Todo el mundo pudo ver lo peligrosa que era esta posición si alguno de ellos decidía disparar.
A continuación, Ryan y Jamiko representaron cómo se enfadaban el uno con el otro y, en lugar de sacar una pistola, ambos huían en dirección contraria, para que nadie recibiera un disparo. Por último, mostraron cómo, si uno de ellos sacaba una pistola, el otro podía huir rápidamente.
Si sabes de alguien que bromee o alardee, en persona o en línea, de tener o usar armas o bombas o de hacer daño a los animales o a las personas, esa persona podría tener grandes problemas. Averigua qué recursos tiene tu centro de estudios, tu organización, tu lugar de trabajo y/o tu departamento de policía para hacer una denuncia anónima y para evaluar y abordar posibles comportamientos preocupantes.
Si los comentarios se producen en línea y no parecen implicar a personas de tu escuela, lugar de trabajo o comunidad, habla fuera de línea por voz con adultos en los que confíes -personas que conozcas bien a través de experiencias en persona- para averiguar cómo denunciar el comportamiento de forma que se proteja tu seguridad y privacidad.
Puede que tengas que alejarte de quien te hace sentir incómodo sin decir lo que piensas. Esto podría significar que tienes que mentir para mantenerte a salvo y decir: “Por supuesto que no lo diré”. Si alguien está presumiendo de tener un arma, puede ser importante decir algo que no sea cierto, como: “Sí, creo que es genial”.
Recuerda que no es seguro pelearse por insultos, ni siquiera si ofenden a tu familia, tu cultura o tus seres queridos. Para alejarte de una persona que está actuando de forma peligrosa, puede que incluso tengas que aceptar un fuerte insulto, como decir: “Sí, tienes razón, soy un cobarde. Mi madre es fea. Mis amigos son tontos”.
Si estás preocupado por el comportamiento de alguien y no tienes a nadie de confianza a quien contárselo, conoce cómo hacer una denuncia anónima para dar aviso sobre un posible peligro. En algunas situaciones, puede ser necesario realizar una llamada anónima a alguien responsable, como el director de la escuela. Practica el uso y el cambio de la configuración para ocultar el identificador de llamadas, de modo que tengas la seguridad de que eres hábil para ocultarlo y sea menos probable que reveles tu número accidentalmente. Si cambias de teléfono o de operador de telefonía móvil, el proceso para cambiar la configuración también puede cambiar, así que practica con tu nuevo dispositivo. En tu informe, comparte tantos detalles como sea posible. Es menos probable que se tomen en serio las llamadas, notas o mensajes anónimos sin detalles.
Mantente seguro en tu imaginación
Haz un plan sobre qué hacer si alguien te amenaza con un arma en tu escuela, casa, lugar de trabajo o coche. Es menos molesto imaginar un plan que te mantenga a salvo que seguir imaginando el desastre.
Elabora un plan de seguridad para saber cómo salir de casa, de la escuela o del coche en caso de peligro, tanto si el problema de seguridad proviene de un incendio como de una persona. Piensa en las vías de escape: salir por distintas puertas, trepar por una ventana, bajar las escaleras, romper los cristales con algo duro como una silla y saltar por la ventana.
Recuerda que vale la pena resultar herido para alejarse de alguien que está disparando. Si se dispara un arma de fuego, será ruidoso, y no querrás sobresaltarte de tal manera que te paralices. Lo bueno de la adrenalina es que puede ayudarte a correr rápido, aunque estés herido o empieces a sangrar. Si te hieren con un arma de fuego, podrás recuperarte la mayoría de las veces, al igual que cuando te caes y te hieres y sangras.
Saber qué hacer puede ayudar a reducir el miedo. En uno de nuestros talleres en un colegio de un barrio con mucha delincuencia, un niño de ocho años que había visto cómo asesinaban a su vecino no paraba de preguntar: “¿Pero y si me disparan? ¿Y si sangro?”.
Finalmente, nuestro instructor dijo con mucha calma: “Todos, miren sus brazos y hagan como si estuvieran sangrando. Digan: ‘Me han disparado. Estoy sangrando. Voy a buscar ayuda”. Cuando todos los niños se miraron los brazos y repitieron lo que decía nuestro instructor, el niño se relajó visiblemente.
Mantén el sentido de la perspectiva. Recuerda que los medios de comunicación no suelen informar de todas las veces que una bala impacta en un árbol o cae inofensivamente al suelo. Probablemente nunca te disparen. Si lo hacen, probablemente la bala fallará. Pero supongamos que te disparan en el brazo. ¿Te dolerá? ¿Sangrarás? ¿Necesitarás atención médica? ¿Vivirás? Casi seguro que sí.
Ningún ataque ha terminado hasta que hayas recibido ayuda. Una vez que te alejes de una persona peligrosa, tan pronto como puedas hacerlo de forma segura, busca a un adulto en el que confíes para pedir ayuda y denuncia el hecho a las autoridades si es posible.
La seguridad ante los ataques con armas es muy parecida a la seguridad ante el fuego. Es poco probable que tu escuela, tu lugar de trabajo o tu casa se incendien, pero todos están más seguros con un plan en caso de que haya un incendio. Enfrentarse a un atacante con un arma también es poco probable, pero tener un plan de seguridad que aborde esta cuestión ayuda a mantener a todas las personas lo más seguras posible.
Recursos adicionales
Tragic Shootings: Kidpower Answers to Common Questions About How to Stay Safe
Worried parent’s question: What if I’m on the playground and someone starts shooting at the kids?
Cómo elegir un buen programa de Defensa Personal
One Strong Move: A cartoon-illustrated introduction to self-defense(En inglés)
Published: October 21, 2021 | Last Updated: October 21, 2021
Traducción de María Gisella Gámez