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SALUD MENTAL

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Protege tus sentimientos

Algunos tipos de comportamientos hirientes son fáciles de detectar.

Las amenazas directas. Los insultos. Menosprecios. Bromas pesadas. Críticas constantes. Comentarios groseros. Chistes malintencionados.

Si puedes ver fácilmente un comportamiento hiriente, podrás actuar más rápidamente para protegerte.

Algunos tipos de comportamientos hirientes son difíciles de reconocer.

Resulta confuso cuando alguien finge ser amable, pero desliza un insulto. O cuando alguien en quien confiamos nos presiona para que hagamos algo que no es bueno para nosotros. O cuando un amigo no actúa de forma amistosa.

Sin importar cuáles sean las intenciones de alguien, un comportamiento emocionalmente hiriente no es seguro.

Las personas bienintencionadas a veces hablan o actúan de forma hiriente a propósito porque “creen que es por tu bien”. También pueden hacerlo por accidente, por ignorancia o por desconsideración.

Tus sentimientos y tu seguridad emocional son importantes, independientemente de la intención de la otra persona.

Gestiona tus desencadenantes emocionales.

Los desencadenantes son pensamientos, palabras, gestos o acciones que provocan una explosión de sentimientos que dificultan pensar con claridad y tomar decisiones acertadas.

Las reacciones a los desencadenantes negativos pueden incluir enfadarse, desconectarse, sentirse herido, cerrarse o ponerse en modo piloto automático.

No tenemos por qué dejar que nuestros desencadenantes dominen nuestro comportamiento.

El primer paso para controlarlos es conocerlos. Mira nuestro video Gestiona tus desencadenantes* para obtener consejos.

Prueba diferentes técnicas para encontrar la que mejor se adapte a ti.

Cada persona es diferente y existen muchas estrategias de seguridad emocional. Nuestras 12 habilidades de seguridad emocional han ayudado a muchas personas en todo el mundo.

Para obtener más información, visita nuestra página sobre Recursos sobre salud mental.

Explora las siguientes estrategias para tomar las riendas de tu salud mental…

* Recursos en inglés. La misión de nuestro equipo es traducir todos nuestros programas y recursos al español y trabajamos duro para que cada vez más personas, familias y comunidades de habla hispana puedan beneficiarse con Kidpower. Si te gustaría colaborar con la financiación de este proyecto o conoces algún recurso que podría ser de ayuda, por favor contáctanos: seguridad@kidpower.org

Enfócate en lo que SÍ PUEDES hacer

Si estás constantemente pensando y preocupándote por grandes problemas que están fuera de tu control, estarás estresado, ansioso y distraído, y no por eso lograrás que nada mejore.

En lugar de eso, concéntrate en los pequeños pasos positivos que puedes dar.

Incluso una pequeña acción positiva puede ayudar a transformar el aislamiento y la desesperanza en conexión y esperanza.

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Prioriza el autocuidado

La mayoría de nosotros sabemos que descansar, hacer ejercicio, conectarnos, alimentarnos y cuidarnos nos permitirá estar más tranquilos, felices y preparados para hacer nuestro trabajo y ayudar a los demás.

El problema es que, con el trabajo, los estudios y las responsabilidades familiares, dedicar tiempo suficiente al cuidado personal puede parecer imposible.

A veces nos engañamos pensando que podemos sobrellevar la situación con mucho menos autocuidado del que realmente necesitamos.

Si no invertimos en nosotros mismos, nos estamos perjudicando.

Por eso es esencial que cuidarnos sea una prioridad en nuestra vida diaria.

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Desarrolla y elige creencias positivas

Las creencias son pensamientos que tenemos una y otra vez hasta que nos convencemos de que son ciertos.

Algunas son empoderadoras. Otras nos limitan. Y todas se pueden cambiar. Es probable que la decisión de cambiar una creencia negativa no funcione al principio, porque no la sentiremos como verdadera.

Por ejemplo, pasar de “odio mi cuerpo” a “me encanta mi cuerpo” no ocurre sólo porque decidamos que queremos una nueva creencia sobre nuestro cuerpo.

En lugar de intentar dar un gran salto que no se siente verdadero, puedes utilizar una estrategia para cambiar una creencia negativa en pequeños pasos, gradualmente, a lo largo de un tiempo.

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Crea relaciones seguras y fuertes

Desarrollar relaciones seguras y fuertes nos ayuda a reducir el aislamiento, proteger nuestra salud mental y añadir alegría y propósito a nuestras vidas.

Una relación estable con una persona bondadosa es suficiente para ayudar a transformar la desesperanza en esperanza.

Las épocas de transición suelen conllevar a la pérdida de relaciones cercanas. Así no tengas a nadie con quien hablar a nivel personal en este momento, los intercambios breves y positivos con personas desconocidas y conocidas pueden alegrarnos el día. Una sonrisa, un saludo o una breve charla sobre el clima pueden ayudarnos a sentirnos más conectados y menos solos.

Veamos algunas formas de conocer a personas nuevas y mejorar tus relaciones.

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Establece y respeta los límites

¿Alguna vez te has sentido incomprendido, no valorado o poco respetado?

Si expresas con claridad, respeto y firmeza lo que QUIERES y lo que NO QUIERES, podrás reducir el estrés y mejorar la comunicación al tiempo que previenes y resuelves problemas.

Al establecer límites puedes proteger tu tiempo, tus sentimientos, tu cuerpo, tu seguridad y tu bienestar mental y físico.

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Apoya a otras personas

¿Has notado alguna vez que un amigo o un familiar estaba pasando por dificultades emocionales? ¿Quizá se encontraba deprimido, ansioso o muy triste por una pérdida?

Muchos de nosotros queremos ayudar, pero no siempre sabemos cómo. Puede que pensemos que todo lo que hagamos no es suficiente, o que nos preocupe hacer algo incorrecto y hacer que alguien se sienta peor.

Las cosas simples pueden marcar una gran diferencia.

Ayudar a alguien que lo necesita puede mejorar tu estado de ánimo, tu sensación de bienestar y tu sentido de conexión.

Aquí tienes algunas ideas para ayudar a los demás sin dejar de cuidarte.

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Reconoce y pide lo que quieres

Una de las claves más importantes para gozar de buena salud mental es poder hacer cosas que te den alegría, satisfacción y éxito en la vida.

Para ello, primero tienes que determinar tus valores, objetivos y prioridades.

Después, tienes que evaluar tus opciones y decidir cuáles son los próximos pasos específicos para seguir adelante.

Y luego, tienes que estar preparado para abogar por ti mismo de forma persistente, respetuosa y enérgica.

He aquí algunas formas de reconocer y pedir lo que quieres.

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Obtén ayuda

¿Detestas pedir ayuda? ¿Quieres resolver los problemas por ti mismo en lugar de apoyarte en otras personas? ¿Has tenido malas experiencias en las que la ayuda que recibiste empeoró las cosas?

Por desgracia, muchas culturas consideran que pedir ayuda es una debilidad o un acto de egoísmo.

Algunas familias consideran que pedir ayuda profesional, como por ejemplo orientación o terapia, es un fracaso personal, y asocian la atención sanitaria mental con estar “locos”.

Pedir ayuda cuando la necesitamos requiere de valentía y fortaleza.

Aquí tienes algunas ideas para superar los obstáculos que te impiden obtener la ayuda adecuada para TI.

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Protege tu seguridad personal

El maltrato, el bullying y las agresiones causan mucha desdicha, sufrimiento y traumas.

La buena noticia es que tú tienes el poder de protegerte la mayor parte del tiempo.

Aquí tienes algunas formas de desarrollar la confianza y la habilidad necesarias para hacerte cargo de tu seguridad personal en casa, en el trabajo, en Internet y en público.

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