HAZTE CARGO DE TU
SALUD MENTAL
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Desarrolla y elige
creencias positivas
Tener pensamientos negativos de forma reiterada sobre nosotros mismos y los demás nos hace perder la esperanza, la alegría y la confianza en nosotros mismos.
Estos pensamientos pueden hacernos ver y reaccionar de formas que a menudo perjudican nuestras relaciones y dificultan que cuidemos de nosotros mismos.
Tienes el poder de cambiar tus creencias.
Si dejamos atrás las creencias negativas, se abrirán nuevas posibilidades de salud y felicidad. La realidad es que simplemente desear que una creencia cambie, no funciona. Necesitas una estrategia.
Para cambiar las creencias, primero hay que tomar conciencia de ellas.
Empieza por prestar atención a tus propios pensamientos. ¿Tienes algunos pensamientos y creencias que surgen una y otra vez, o siempre en un momento determinado o después de cierto tipo de experiencia?
¿Estos pensamientos te hacen sentir mejor o peor? ¿Te ayudan a avanzar en la vida o te frenan?
Es posible que a veces te digas a ti mismo:
Soy vago.
Soy débil.
Soy estúpido.
Odio mi cuerpo.
Nunca soy lo suficientemente bueno.
Nadie podría amarme jamás.
El mundo es un lugar terrible y no hay esperanza.
Puedes cambiar estas creencias dando pequeños pasos a lo largo del tiempo.
Una estrategia eficaz es practicar pensamientos que “tiendan un puente” o “suban una escalera” hacia el siguiente nivel de pensamiento. Puede que el nuevo pensamiento aún no sea positivo, pero si es menos negativo y menos limitante, es una mejora y puedes seguir avanzando.
He aquí un ejemplo.
Empezando con las palabras “soy débil”, puedes escalar a “podría ser más fuerte”.
Después de quedarte con la nueva idea el tiempo suficiente como para creerla, el siguiente paso puede ser: “Tengo el poder de ser más fuerte”. Luego, con el tiempo, “Tengo poder” – y luego, “Soy poderoso”.
Nuestros pensamientos son poderosos – y tenemos el poder de cambiarlos.
Podemos aprender a crear creencias que potencien nuestro poder en lugar de desempoderarnos.
Mereces sentirte seguro. Incluso con tus pensamientos.
Está demostrado que una forma de hacernos cargo de nuestro bienestar es obtener ayuda. Si tienes pensamientos negativos e hirientes sobre ti mismo que te impiden dormir, comer, jugar o disfrutar, acude a alguien de confianza y pide ayuda.
La técnica de “subir la escalera” ha sido extraída del artículo Hazte cargo de tus creencias acerca de TI, escrito por la Presidenta de la Junta Directiva, April Yee. Otro recurso útil para modificar las creencias limitantes es el siguiente: Cómo detener el diálogo interno negativo de la Dra. Abby Blaisten, médica y miembro de la Junta Directiva de Kidpower.
Para obtener más recursos, visita nuestra página web con Recursos sobre Salud Mental.
Explora las siguientes estrategias para hacerte cargo de tu salud mental…
Enfócate en lo que SÍ PUEDES hacer
Si estás constantemente pensando y preocupándote por grandes problemas que están fuera de tu control, estarás estresado, ansioso y distraído, y no por eso lograrás que nada mejore.
En lugar de eso, concéntrate en los pequeños pasos positivos que puedes dar.
Incluso una pequeña acción positiva puede ayudar a transformar el aislamiento y la desesperanza en conexión y esperanza.
Prioriza el autocuidado
La mayoría de nosotros sabemos que descansar, hacer ejercicio, conectarnos, alimentarnos y cuidarnos nos permitirá estar más tranquilos, felices y preparados para hacer nuestro trabajo y ayudar a los demás.
El problema es que, con el trabajo, los estudios y las responsabilidades familiares, dedicar tiempo suficiente al cuidado personal puede parecer imposible.
A veces nos engañamos pensando que podemos sobrellevar la situación con mucho menos autocuidado del que realmente necesitamos.
Si no invertimos en nosotros mismos, nos estamos perjudicando.
Por eso es esencial que cuidarnos sea una prioridad en nuestra vida diaria.
Protege tus sentimientos
¿Alguna vez te has sentido desdichado por algo cruel que alguien te ha hecho o dicho? ¿Esta experiencia te ha hecho sentir infeliz una y otra vez cada vez que la recuerdas?
Tienes el poder de proteger tus sentimientos para mantenerte a salvo emocionalmente.
Veamos cómo.
Crea relaciones seguras y fuertes
Desarrollar relaciones seguras y fuertes nos ayuda a reducir el aislamiento, proteger nuestra salud mental y añadir alegría y propósito a nuestras vidas.
Una relación estable con una persona bondadosa es suficiente para ayudar a transformar la desesperanza en esperanza.
Las épocas de transición suelen conllevar a la pérdida de relaciones cercanas. Así no tengas a nadie con quien hablar a nivel personal en este momento, los intercambios breves y positivos con personas desconocidas y conocidas pueden alegrarnos el día. Una sonrisa, un saludo o una breve charla sobre el clima pueden ayudarnos a sentirnos más conectados y menos solos.
Veamos algunas formas de conocer a personas nuevas y mejorar tus relaciones.
Establece y respeta los límites
¿Alguna vez te has sentido incomprendido, no valorado o poco respetado?
Si expresas con claridad, respeto y firmeza lo que QUIERES y lo que NO QUIERES, podrás reducir el estrés y mejorar la comunicación al tiempo que previenes y resuelves problemas.
Al establecer límites puedes proteger tu tiempo, tus sentimientos, tu cuerpo, tu seguridad y tu bienestar mental y físico.
Apoya a otras personas
¿Has notado alguna vez que un amigo o un familiar estaba pasando por dificultades emocionales? ¿Quizá se encontraba deprimido, ansioso o muy triste por una pérdida?
Muchos de nosotros queremos ayudar, pero no siempre sabemos cómo. Puede que pensemos que todo lo que hagamos no es suficiente, o que nos preocupe hacer algo incorrecto y hacer que alguien se sienta peor.
Las cosas simples pueden marcar una gran diferencia.
Ayudar a alguien que lo necesita puede mejorar tu estado de ánimo, tu sensación de bienestar y tu sentido de conexión.
Aquí tienes algunas ideas para ayudar a los demás sin dejar de cuidarte.
Reconoce y pide lo que quieres
Una de las claves más importantes para gozar de buena salud mental es poder hacer cosas que te den alegría, satisfacción y éxito en la vida.
Para ello, primero tienes que determinar tus valores, objetivos y prioridades.
Después, tienes que evaluar tus opciones y decidir cuáles son los próximos pasos específicos para seguir adelante.
Y luego, tienes que estar preparado para abogar por ti mismo de forma persistente, respetuosa y enérgica.
He aquí algunas formas de reconocer y pedir lo que quieres.
Obtén ayuda
¿Detestas pedir ayuda? ¿Quieres resolver los problemas por ti mismo en lugar de apoyarte en otras personas? ¿Has tenido malas experiencias en las que la ayuda que recibiste empeoró las cosas?
Por desgracia, muchas culturas consideran que pedir ayuda es una debilidad o un acto de egoísmo.
Algunas familias consideran que pedir ayuda profesional, como por ejemplo orientación o terapia, es un fracaso personal, y asocian la atención sanitaria mental con estar “locos”.
Pedir ayuda cuando la necesitamos requiere de valentía y fortaleza.
Aquí tienes algunas ideas para superar los obstáculos que te impiden obtener la ayuda adecuada para TI.
Protege tu seguridad personal
El maltrato, el bullying y las agresiones causan mucha desdicha, sufrimiento y traumas.
La buena noticia es que tú tienes el poder de protegerte la mayor parte del tiempo.
Aquí tienes algunas formas de desarrollar la confianza y la habilidad necesarias para hacerte cargo de tu seguridad personal en casa, en el trabajo, en Internet y en público.