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¡Aprende cómo proteger a tus hijos del bullying! Este artículo ha sido extraído de nuestro libro  Bullying – What Adults Need to Know and Do to Keep Kids Safe, cuyas soluciones se aplican en muchas familias, escuelas y organizaciones juveniles para crear entornos sociales positivos para los niños y adolescentes.

¿Tu hijo sufre de bullying ¡No está solo! Kidpower escucha innumerables historias de padres angustiados cuyos hijos, desde los más pequeños hasta los adolescentes, han sido víctimas de bullying e intimidación en la escuela. La escuela es una parte importante de la vida de nuestros hijos. Como padres, somos en última instancia los que tomamos las decisiones sobre la educación de nuestros hijos. Como nuestros hijos no suelen poder elegir el lugar al que van a la escuela, necesitan nuestro apoyo cuando las cosas van mal.

Coaching a child to set boundaries!

Un instructor de Kidpower guía a una niña para establecer límites. La seguridad es más importante que la vergüenza, la inconveniencia o la ofensa de cualquier otra persona, incluyendo de nosotros mismos.

Expectativas realistas
Como padres, esperamos que las escuelas proporcionen un entorno emocional y físicamente seguro para sus alumnos. Es probable que nos sintamos indignados y ansiosos ante cualquier tipo de amenaza al bienestar de nuestros hijos, especialmente en un lugar que es responsable de su cuidado.

Cuando los padres notifican a los responsables de la escuela que su hijo está siendo acosado, esperan que los profesores y directores les escuchen con compasión y hagan algo de inmediato para solucionar el problema. Si esto no ocurre, es normal que los padres se sientan muy frustrados, y que se enfaden con quien ha provocado que su hijo esté triste, asustado o avergonzado.

La mayoría de las escuelas están haciendo un valiente trabajo para tratar de satisfacer una abrumadora gama de demandas conflictivas con recursos muy limitados. Hay una mayor conciencia del daño causado por el bullying, y la mayoría de las escuelas tienen políticas que establecen que los comportamientos hirientes e irrespetuosos son inaceptables. Sin embargo, muchos profesores, supervisores del patio y administradores carecen de formación, apoyo y recursos para tomar medidas eficaces cuando surgen los problemas.

Los padres protectores a menudo tienen que asumir el liderazgo si su propio hijo está siendo acosado o si ven que un niño hace sufrir a los demás en la escuela.

La prevención comienza por la Atención
Cuando sea posible, intenta descubrir los problemas cuando aún son pequeños. Diles a los niños de forma clara, alegre y frecuente: “Tienes derecho a sentirte seguro y respetado en la escuela y la responsabilidad de actuar de forma segura y respetuosa con los demás. Si alguien te molesta en la escuela, si ves que alguien se mete con otro niño, si los niños dejan de lado a otro niño -o si tú mismo tienes problemas para actuar con seguridad y respeto-, tu tarea es decírmelo para que podamos pensar qué hacer para mejorar las cosas”.

Presta atención a los cambios en el comportamiento de tu hijo. Haz que los niños adquieran el hábito de contarte lo que ocurre en la escuela cada día, interesándote, manteniendo la calma y sin darles sermones.

Haz preguntas concretas de forma alegre que vayan más allá de: “¿Qué tal el colegio hoy?”. A menudo los niños no quieren volver a hablar de lo que ha pasado en el colegio porque están ocupados con lo que están haciendo en el momento presente, especialmente si ha pasado algo que les ha resultado estresante. Haz un par de preguntas concretas cada día con curiosidad en lugar de ansiedad, como “¿A qué jugaron en el recreo? ¿La mascota de la clase hizo algo gracioso? ¿Tuviste clases de arte hoy? ¿Tienes algo interesante que contarme sobre algo que alguien dijo o hizo?”.

Sé respetuoso, cariñoso y pacífico cuando escuches sus respuestas. Recuerda que si los adultos se muestran ansiosos o empiezan a dar sermones, es menos probable que los niños compartan información preocupante.

Fíjate en lo que ocurre cuando estás en la escuela al recoger o dejar a tu hijo. Si es posible, intenta ser voluntario, aunque sea un par de horas a la semana, en el aula o en el patio de la escuela para poder ayudar y estar al tanto de posibles problemas.

7 soluciones prácticas para padres

1. Evita las reacciones bruscas
Si tu hijo te cuenta que está siendo acosado en la escuela, o si tú mismo eres testigo de un comportamiento de bullying, esta es una oportunidad importante para que tú le sirvas de modelo a tu hijo sobre cómo ser poderoso y respetuoso a la hora de resolver los problemas.

Por difícil que sea, lo primero que debes hacer es calmarte. Respira hondo y di con voz tranquila y sin rodeos: “Me alegro de que me estés contando. Siento que te haya ocurrido esto; por favor, cuéntame más sobre lo que ocurrió exactamente para que podamos saber qué hacer. Mereces sentirte seguro y tranquilo en la escuela”.

Si tu hijo no te lo ha contado pero te has enterado de otra manera, dile con calma: “He visto lo que ha pasado/escuchado lo que ha pasado. Me parece que tal vez fue desagradable para ti. ¿Quieres contarme más al respecto?”.

De nuevo, mantén la calma. Si sus padres se alteran, es probable que los niños también se alteren o se cierren. Es posible que quieran protegerte a ti y a ellos mismos de tu reacción no contándote los problemas en el futuro o negando que algo vaya mal. Cuanto mayor sea el niño, más importante es que pueda sentir cierto control sobre las medidas de seguimiento que tú puedas tomar con la escuela.

Además, si te muestras molesto al dirigirte a los profesores, a los responsables de la escuela o a los padres de los niños que molestan a tu hijo, es probable que se pongan a la defensiva. Hoy en día, los profesores y administradores escolares suelen tener miedo a las demandas, tanto de los padres del niño agredido como de los padres del niño acusado de causar el problema. Se trata de un temor real porque una demanda puede agotar los ya limitados recursos de una escuela.

Al mismo tiempo, la mayoría de los profesores y administradores escolares están profundamente dedicados al bienestar de sus alumnos y quieren que se sientan seguros y felices en la escuela. Es mucho más probable que respondan positivamente a los padres que se dirigen a ellos de forma tranquila y respetuosa. Sin embargo, por muy buen trabajo que hagas, algunas personas reaccionarán negativamente cuando se les comunique un problema por primera vez. No dejes que eso te detenga: mantén la calma y sé persistente a la hora de explicar cuál es el problema y qué es lo que quieres que ocurra.

2. Averigua todos los hechos
En lugar de sacar conclusiones precipitadas o hacer suposiciones, tómate el tiempo necesario para conocer toda la historia. Hazle preguntas a tu hijo de forma tranquila y tranquilizadora y escucha las respuestas.

Haz preguntas a otras personas que puedan estar implicadas, dejando claro que tu objetivo es entender y averiguar cómo abordar el problema, más que vengarte de nadie.

Una vez que entiendas la situación, lo mejor es buscar soluciones en lugar de culpables. Intenta asumir que los profesores y administradores de la escuela, abrumados, merecen apoyo y reconocimiento por lo que hacen bien, así como que se les diga lo que está mal.

Intenta asumir que los niños que se comportan de forma hiriente lo hacen porque no tienen una forma mejor de satisfacer sus necesidades o porque tienen problemas en sus propias vidas. Enfócate en el comportamiento que debe cambiar en lugar de poner etiquetas destructivas a los niños como “los matones” o “las chicas malas”.

Sé el defensor de su hijo y aboga por él, pero acepta la posibilidad de que tu hijo haya en parte provocado o intensificado el bullying. Podrías decir: “No es tu culpa que alguien te haga daño o se burle de ti, pero me pregunto si puedes pensar en otra forma en que podrías haber manejado este problema”.

3. Identifica las causas
¿El problema se debe a que la escuela necesita más recursos para supervisar adecuadamente a los niños durante el recreo y el almuerzo, o antes y después de la escuela?

¿Necesita tu hijo aprender habilidades de autoprotección y establecimiento de límites elaborando y practicando un plan contigo o tomando una clase como Kidpower?

¿Necesita la escuela ayuda para formular una política clara que haga que los comportamientos que amenazan, hieren, asustan o avergüenzan a los demás sean contrarios a las normas con consecuencias apropiadas, equilibradas y coherentes?

¿Necesitan los niños que perjudicaron a tu hijo aprender sobre empatía y desarrollar habilidades para utilizar su poder de forma positiva en lugar de negativa? ¿Tiene el niño implicado en el acoso escolar o bullying problemas emocionales?

4. Protege a tu hijo
Tu mayor prioridad es, por supuesto, proteger a tu hijo lo mejor que puedas. Intenta mirar la situación desde afuera para tener perspectiva y tener en cuenta el panorama general, así como el problema inmediato. Lo que significa proteger a tu hijo variará en función de la capacidad de la escuela para resolver el problema, de la naturaleza del mismo y de las necesidades específicas de tu hijo.

Asegúrate de que tu hijo tenga la oportunidad de practicar habilidades para alejarse de las personas que son groseras o amenazantes, para protegerse emocional y físicamente, y para pedir ayuda cuanto antes a través de programas como Kidpower.

En algunos casos, proteger a tu hijo puede significar que su profesor y el director de la escuela, los padres del otro niño y tú trabajen juntos en un plan para detener el problema. En otros casos, la mejor solución para tu hijo puede ser cambiar de colegio.

En casos extremos, puede que quieras estudiar la posibilidad de emprender acciones legales. Cada país y estado tiene una legislación diferente sobre los derechos de los niños. Si es necesario, explora los recursos disponibles en tu comunidad.

5. Prevén problemas a futuro
También quieres prevenir problemas futuros. Todos los niños merecen estar en un entorno física y emocionalmente seguro. Lidiar con el bullying continuo es como vivir con la contaminación: con el tiempo, lidiar con la agresión constante puede socavar la salud de tu hijo.

Los padres preocupados pueden ayudar a las escuelas a encontrar y poner en práctica programas apropiados de acuerdo a la edad que creen una cultura de respeto, cuidado y seguridad entre los jóvenes en lugar de competencia, acoso y desprecio.

6. Consigue ayuda para tu hijo
Ser objeto de un comportamiento cruel puede ser profundamente perturbador, así que busca ayuda para tu hijo y para ti para lidiar con estos sentimientos. A veces el acoso escolar o bullying puede recordarte malas experiencias de tu propio pasado. Los padres a menudo tienen que lidiar con la culpa por no haber prevenido el problema, y a veces luchan contra la ira.

Conseguir ayuda puede significar hablar de los problemas con otros adultos de apoyo que puedan escucharles a ti y a tu hijo con perspectiva y compasión. Conseguir ayuda puede significar ir a un terapeuta o hablar con consejeros proporcionados por la escuela o por otras agencias.

7. Convierte esto en una experiencia de aprendizaje
Como padres, es normal querer proteger a nuestros hijos de cualquier daño. Si controlamos sus vidas tan de cerca que nunca se caigan, nunca fallen y nunca se lastimen o se pongan tristes, entonces estaríamos privando a nuestros hijos de tener el espacio para crecer.

Las experiencias perturbadoras no tienen por qué provocar daños a largo plazo si se escucha a los niños con respeto, si se resuelve el problema y si se apoyan sus sentimientos. Los jóvenes pueden aprender a tomar las riendas de su seguridad desarrollando habilidades para prevenir y detener el bullying por sí mismos, estableciendo límites, evitando a las personas cuyo comportamiento es problemático y siendo muy persistentes en la búsqueda de ayuda cuando la necesitan.

Recursos adicionales incluyen: Resiste el Bullying con Confianza: 8 habilidades para que los niños aprendan y usen ya y nuestra página de recursos de Kidpower para la prevención de bullying.

Para obtener más información sobre recursos de Kidpower para enseñar habilidades y conceptos de Seguridad con las Personas, visita nuestra Biblioteca y nuestra Tienda de Libros RelationSafe™.

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Fecha de Publicación: February 3, 2020   |   Última actualización: June 15, 2022

Traducción de María Gisella Gámez

Kidpower Founder and Executive Irene van der Zande is a master at teaching safety through stories and practices and at inspiring others to do the same. Her child protection and personal safety expertise has been featured by USA Today, CNN, Today Moms, the LA Times, and The Wall Street Journal. Publications include: cartoon-illustrated Kidpower Safety Comics and Kidpower Teaching Books curriculum; Bullying: What Adults Need to Know and Do to Keep Kids Safe; the Relationship Safety Skills Handbook for Teens and Adults; Earliest Teachable Moment: Personal Safety for Babies, Toddlers, and Preschoolers; The Kidpower Book for Caring Adults: Personal Safety, Self-Protection, Confidence, and Advocacy for Young People, and the Amazon Best Seller Doing Right by Our Kids: Protecting Child Safety at All Levels.

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