Español | English
Autora | Autorización para usar | Imprimir PDF
Nota: Este es un extracto de The Kidpower Book for Caring Adults, una guía detallada para comprender la seguridad personal, la autoprotección, la confianza y la defensa de los jóvenes.
Una gran cantidad de investigaciones muestran que el simple hecho de crear conciencia sobre los problemas y preocuparse por ellos genera ansiedad. Sin embargo, tener oportunidades para la práctica exitosa de habilidades para tratar diferentes problemas ayuda a las personas a tener más confianza, menos ansiedad y mayor eficacia.
Repasar qué hacer, con una guía de apoyo sobre cómo ser efectivo, puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades para lidiar con muchas situaciones difíciles. Por ejemplo, la práctica puede ayudar a un niño a prepararse para hacer nuevos amigos el primer día de clases; puede ayudar a un adulto a realizar una entrevista de trabajo o a cambiar una llanta. La práctica puede ayudar a cualquier persona a tomar medidas apropiadas para su edad en una emergencia, aprender cómo hacer algo nuevo en la computadora, establecer un límite con alguien que actúa de manera irrespetuosa, persistir en obtener ayuda de alguien que está ocupado, mantenerse seguro emocionalmente cuando alguien está actuando de manera hiriente o alejarse de una situación difícil de una manera poderosa.
CÓMO alguien practica es tan importante como la práctica misma. Practicar hacer algo mal puede hacerte menos efectivo. Practicar de manera que te haga sentir como un fracaso puede ser destructivo para tu confianza en ti mismo y puede dañar tu autoestima.
Puedes crear espacios para prácticas positivas seguras para ti y para los demás si recuerdas algunas cosas:
Mantén la calma. Sin importar cuán difícil o perturbador sea el problema, tú y cualquier persona a la que intentes ayudar aprenderán mejor si están tranquilos.
Supera la resistencia. Es normal que las personas eviten practicar cómo manejar una situación porque prefieren simplemente hablar de ello o porque pensar en ello les afecta. A veces las personas tienen miedo de verse tontas si practican. Si bien hablar puede ser útil para comprender, la mayoría de las personas necesitan practicar una habilidad para mejorar.
Ten claro qué es lo que quieres lograr. Aprende de otras personas sobre las mejores formas de manejar situaciones a través de la lectura, viendo videos, preguntando a personas que tienen experiencia o tomando talleres. Ten presente el resultado que quieres obtener y lo que tú u otros deben ser capaces de hacer o decir para que esto suceda.
Si le estás enseñando a alguien, sé competente tú mismo. Por ejemplo, si no puedes sonar y mostrarte claro, respetuoso y firme cuando estableces un límite, tendrás problemas para demostrarlo para otra persona. Uno de los grandes beneficios de enseñar una habilidad es que probablemente te ayudará a mejorar a ti también.
Sé específico. Para crear un juego de roles, sé específico sobre quiénes son las partes involucradas, dónde están, cuál es el problema y cuál es la técnica. Puedes practicar solo en voz alta frente a un espejo o con otras personas. Adapta y modifica lo necesario para responder de la mejor manera ante diferentes situaciones y personas, con o sobre las cuales deseas comunicarte .
Usa tu imaginación. Para abordar problemas que no pueden practicarse en la situación real, puedes prepararte visualizándolos e imaginando paso a paso lo que vas a hacer. Si quieres practicar con niños, recuerda que están acostumbrados a jugar con accesorios y personajes imaginarios. Solo tienes que tener claro quién es quién, qué es qué y dónde es dónde. Si estás practicando con personas que tienen problemas para visualizar o generalizar, usa elementos de apoyo o dibujos y provee la mayor cantidad de contexto, tan específico como sea posible.
Haz que sea exitoso. Cuando tú u otros asuman un papel, recuerda que sólo están fingiendo con el propósito de practicar. Esta no es una prueba para ti ni para nadie. Para asegurar el éxito, anda paso a paso y obtén o brinda una guía para que las personas involucradas sean recompensadas con logros a cada paso del camino. Las personas a menudo necesitan que se les guíe a través de una práctica varias veces antes de poder hacerlo de manera efectiva. Recuerda que una buena obra de teatro, por ejemplo, requiere un ensayo repetido.
Obtén orientación y retroalimentación. A menudo, cosas muy pequeñas de las que quizás no estás consciente, pueden tener un gran impacto en tu efectividad. Un pequeño paso que no conoces o que olvidas hacer puede marcar una gran diferencia en el manejo de cualquier tema tecnológico, como no guardar un documento regularmente cuando usas tu computadora. Con respecto a las habilidades de comunicación, pide retroalimentación y orientación sobre la elección más efectiva de palabras, tono de voz, expresiones faciales y lenguaje corporal.
Escribe las cosas. Si tienes dificultades para recordar qué hacer, escribe los pasos y las ideas lo más específicamente posible. Escribir puede ayudar a las personas a integrar lo que quieren aprender. Intenta usar los pasos escritos para practicar la habilidad. Ponte recordatorios para cualquier cosa que quieras recordar o cambiar.
Recuerda que los errores son parte del aprendizaje. Busca el progreso, no la perfección. Date a ti mismo y a los demás el tiempo necesario para aprender. Es mucho más probable que las personas acepten practicar si se las alienta en lugar de criticarlas. Sé paciente contigo mismo y con cualquier persona a la que intentes enseñar. Si alguien se siente molesto por cometer un error, dile algo alentador como: “Esto es difícil de hacer. Por eso practicamos”. Recuerda que “no tienes que ser perfecto para ser genial”.
Procura que lo que digas sea apropiado según la edad y situación de vida. Es mejor ser precavidos al decidir qué decirles a los niños. Recuerda que los niños expuestos a los medios modernos pueden sonar bastante cínicos, pero varían mucho en su grado de madurez. Asegúrate de que tus ejemplos e instrucciones sean relevantes para las personas a las que enseñas. Por ejemplo, no le digas a alguien en silla de ruedas que se ponga de pie ni le digas a un adolescente que imagine que le has robado su muñeca favorita.
Sé respetuoso. Para asegurarte de que la práctica se mantenga emocionalmente segura, no permitas humillaciones, burlas o generalizaciones prejuiciosas.
Predica con el ejemplo. Si estás enseñando sobre respeto y responsabilidad a los demás, asegúrate de demostrar este comportamiento tú mismo. Por ejemplo, si haces bromas denigrantes, usas humor sarcástico o continuamente incumples compromisos como llegar a tiempo, no te sorprendas si tus estudiantes, hijos o trabajadores hacen lo mismo.
Hemos visto la emoción y la alegría en personas de cualquier edad, al tener éxito en el aprendizaje de habilidades importantes. Al terminar un taller de Senior Power para personas mayores, una mujer me dijo: “Tengo 92 años y nunca nadie me había enseñado sobre los límites. ¡Estoy tan feliz de saber cómo hacer esto AHORA!”
Recursos adicionales
La serie de Cómics de Seguridad para niños, jóvenes, adolescentes y adultos utiliza entretenidas historias sociales ilustradas con caricaturas para demostrar el enfoque de Kidpower e incluye instrucciones para la práctica.
El Kidpower Book for Caring Adults (disponible únicamente en inglés) incluye instrucciones paso a paso sobre cómo practicar una amplia gama de habilidades para ayudar a los jóvenes a aumentar su confianza, desarrollar relaciones positivas y mantenerse seguros con las personas en el hogar, la escuela, en línea, en público y durante actividades recreativas, sociales y religiosas.
Para obtener más información sobre los recursos de Kidpower para enseñar estas habilidades y conceptos de Seguridad con las Personas, visita nuestra Biblioteca y nuestra Tienda de Libros RelationSafe™.
Traducción de Ana Fernanda Uribe
Fecha de Publicación: May 17, 2023 | Última actualización: May 17, 2023