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Concerned woman on a train looking out a windowLa mayoría de la violencia doméstica, la violencia de la pareja y otras agresiones en las relaciones pueden prevenirse o detenerse conociendo y utilizando estrategias y habilidades de autoprotección y seguridad en las relaciones.

En Kidpower Teenpower Fullpower International, tenemos décadas de experiencia enseñando y practicando habilidades de seguridad en las relaciones en talleres en línea y en persona con personas que están en riesgo o son sobrevivientes de violencia de pareja.

Imagínate unirte a nosotros en la sala de un centro de acogida llena de mujeres que preguntan con gran tristeza y algo de desesperación: “¿Cómo terminé en esta situación? ¿Qué podría haber hecho diferente? ¿Cómo puedo mantenernos a mis hijos y a mí misma a salvo ahora?”. Sus hijos están siendo cuidados en el piso de arriba para que podamos hablar y aprender juntos como adultos.

Las habilidades de seguridad personal no resolverán las causas sociales de la violencia doméstica y de pareja y no funcionarán todo el tiempo. Sin embargo, estas habilidades pueden ayudar a las personas a evitar iniciar una relación destructiva, sacar lo mejor de una mala situación, preservar su sentido de autoestima y seguir buscando una forma de obtener ayuda.

A continuación te presentamos 8 preguntas comunes que recibimos sobre la violencia en las relaciones íntimas, además de estrategias detalladas para evaluar el posible abuso o violencia en las relaciones y cómo hacer y llevar a cabo planes de seguridad efectivos para los adultos y los niños que también pueden verse afectados.

1. ¿Qué se entiende por violencia doméstica o de pareja?

La definición de violencia doméstica puede incluir cualquier comportamiento amenazante, abusivo o violento entre personas que comparten un hogar, incluso entre hermanos y otros miembros adultos de la familia. Sin embargo, la mayoría de las personas usan el término para expresar este comportamiento cuando es utilizado por una pareja para establecer poder y control sobre la otra persona en la relación a través del miedo y la intimidación. La violencia de pareja se refiere al comportamiento que ocurre entre los miembros de una pareja que pueden o no estar viviendo juntos.

Si bien la mayor parte de la violencia doméstica y la violencia de pareja ocurren en espacios físicos, los índices de violencia sexual facilitada por la tecnología, como el acoso en línea, el acecho y la sextorsión, seguirán aumentando a medida que la tecnología se desarrolla, lo que brindará a los abusadores herramientas y métodos adicionales para causar daño.

2. ¿Quiénes se ven afectados por la violencia en las relaciones?

En el año 2018, la Organización Mundial de la Salud estimó que alrededor del 27% de las mujeres entre 15 y 49 años que han estado en una relación reportan haber sido objeto de algún tipo de violencia por parte de una pareja. Los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) realizaron una Encuesta Nacional sobre Violencia Sexual y de Pareja en el año 2020. Los resultados mostraron que más de 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 4 hombres en los Estados Unidos son sobrevivientes de violencia en las relaciones a lo largo de su vida.

La violencia de pareja puede ocurrirle a cualquier persona de cualquier raza, religión, cultura o condición económica en cualquier lugar. La violencia doméstica afecta a las parejas, sus hijos, otros miembros de la familia, amigos y colegas. La violencia doméstica y de pareja puede ocurrir en CUALQUIER relación íntima, incluidas las relaciones entre personas del mismo sexo e incluso de mujeres hacia hombres.

Aunque el abuso emocional en una relación puede ocurrir independientemente del género, las formas más amenazantes y peligrosas de violencia doméstica y de pareja generalmente son cometidas por un hombre contra una mujer.

Por esta razón, en este artículo se hará referencia a la persona en el rol de agresor como hombre y a la persona en el rol de víctima como mujer. A menudo, el agresor en una relación violenta siente un alto nivel de propiedad sobre la otra parte, lo que con demasiada frecuencia resulta en lesiones o muerte si esta persona intenta terminar la relación. Desafortunadamente, los niños también se ven perjudicados al ser testigos de la violencia en sus familias.

3. ¿Cuáles son los problemas sociales involucrados?

A pesar de las excepciones, el género es muy relevante para comprender los problemas sociales que conducen a la violencia doméstica. Existe una percepción común en muchas sociedades de que, en las relaciones románticas entre un hombre y una mujer, la violencia doméstica es culpa de la mujer.

Si bien esta percepción está cambiando, esta creencia suele ser compartida tanto por mujeres como por hombres. En algunas culturas, a las mujeres todavía no se les permite elegir con quién se casarán y si permanecerán o no en una relación.

A través de movimientos sociales en todo el mundo, las personas están trabajando juntas para crear leyes y cambiar las percepciones culturales que toleran o aprueban la violencia doméstica o cualquier forma de violencia contra la mujer. Los videos educativos pueden ser excelentes herramientas para crear conciencia entre los jóvenes sobre los problemas sociales que conducen a la violencia doméstica, incluyendo demostraciones de cómo los niños y los hombres reciben modelos agresivos y a las niñas y las mujeres se las alienta a ser pasivas. Con este conocimiento, los jóvenes tienen una mejor oportunidad de no participar en relaciones violentas.

4. ¿Qué sucede si una víctima de violencia doméstica no quiere irse?

Tanto en nuestros talleres de defensa personal en línea como presenciales para el público en general, enseñamos a los alumnos que salir de una situación amenazante o peligrosa es siempre la opción más segura. Al mismo tiempo, los adultos que se enfrentan a parejas violentas tienen que tomar sus propias decisiones. Es posible que irse no sea una opción realista en una cultura que condena a las mujeres que se van y no les ofrece recursos como comida y techo o que las obliga a dejar atrás a sus hijos. Incluso en culturas donde una mujer puede tener un lugar a donde ir, existen muchos obstáculos que dificultan que una pareja abusada se aleje de la relación.

Para poder alejarse de esa situación, una mujer que sufre de abuso tiene que ser capaz de anteponer su propio bienestar al amor que pueda sentir por su esposo o pareja. Tiene que saber a dónde ir, cómo obtener ayuda, cómo mantener la custodia de sus hijos y cómo sobrevivirá económicamente. Tiene que superar el aislamiento y la vergüenza de no haber podido preservar la relación. A menudo las mujeres creen que el fracaso es su culpa. Con demasiada frecuencia, un hombre no será severamente castigado por asesinato si la persona asesinada es su esposa. Esto significa que una mujer puede tener un temor muy realista de dejar a un hombre que la ha amenazado con matarla a ella y a sus hijos si lo hace.

El objetivo de las habilidades de seguridad personal es empoderar a las personas para que tomen sus propias decisiones, incluso si personalmente no estamos de acuerdo con ellas o no tomaríamos las mismas decisiones. Las personas no se alejarán de una relación abusiva hasta que estén listas.

5. ¿Qué pasaría si las habilidades de seguridad personal no hubieran ayudado?

A veces, en clase alguien cuenta alguna historia aterradora de alguna situación que parece irremediable. Por ejemplo, una mujer fue encerrada en una habitación mientras su pareja amenazaba con incendiar la casa. O un caso en el que él se quedó con los niños. En otro caso, él la sometió o tenía un arma.

Solemos decir: “Eso suena terrible. Lamento mucho que te haya pasado esto. El hecho de que estés aquí significa que hiciste muchas cosas bien. Las habilidades de seguridad personal pueden brindarte más herramientas, pero nada funciona todo el tiempo”. Validar los sentimientos y la realidad de alguien hace que todos estén más abiertos a conocer otras posibilidades.

6. ¿Decirle a alguien que podría haber hecho las cosas de manera diferente no hace que suene como si lo que sucedió fuera su culpa?

La mayoría de nosotros podemos recordar momentos en los que desearíamos haber sabido cómo hacer las cosas de manera diferente. Tratamos de evitar que cualquier persona que haya sido víctima de violencia o abuso se culpe a sí misma siendo muy claros y diciendo al inicio de un taller.

Este tipo de mensaje apoya a la sanación y la esperanza: “Si alguien trata de controlarte diciendo cosas crueles, amenazándote o actuando de forma peligrosa hacia ti, NO ES TU CULPA. El comportamiento destructivo de una pareja abusiva no es tu responsabilidad. Sin embargo, puedes aprender a manejar la mayoría de las situaciones problemáticas de manera que las cosas sean más seguras para ti en lugar de más peligrosas”.

7. ¿Pueden las habilidades de seguridad personal ayudar a alguien a dejar de actuar de manera abusiva?

Para que alguien detenga un comportamiento violento profundamente arraigado, esta persona debe hacer un compromiso profundo y constante de asumir la responsabilidad de sus acciones, obtener ayuda profesional para sus adicciones y aprender a usar formas pacíficas y seguras de responder cuando se siente decepcionado o infeliz. Como parte de este proceso, las personas que se comprometen a aprender a controlar su temperamento pueden beneficiarse al practicar cómo reaccionar sin agresividad ante situaciones que en el pasado les provocaron que explotaran.

Dicho esto, puede ser muy difícil cambiar esos comportamientos para alguien que está acostumbrado a sentirse poderoso y en control al dominar a otra persona. Desafortunadamente, la tecnología continuará creando nuevas formas en las que las personas puedan dominar y controlar, tanto en espacios digitales como en espacios físicos.

No resultará efectivo simplemente desear que las cosas sean diferentes y hacer promesas de mejorar. Un cambio de este tipo de comportamiento requiere tiempo, esfuerzo, autocontrol y un compromiso continuo de obtener ayuda.

8. ¿Qué papel juega el abuso de sustancias en la violencia doméstica y de pareja?

El abuso de sustancias conduce a la pérdida de control y es probable que cualquier pérdida de control intensifique una situación potencialmente violenta. Las parejas en una relación violenta son más propensas a perder los estribos o entrar en pánico cuando están borrachos o drogados. Muchas personas en tratamiento por trastorno por uso de sustancias también son sobrevivientes o perpetradores de violencia y abuso, y algunas veces han tenido ambos roles.

¿Cuáles son las habilidades importantes de seguridad personal? – y ¿Qué hay acerca de defenderse y contraatacar?

Las siguientes son habilidades de seguridad personal que practicamos con personas sobrevivientes o que corren un mayor riesgo de violencia doméstica y de pareja:
  • Evaluar el comportamiento de la persona y ser consciente de las posibles señales de peligro
  • Centrarse para calmarse y poder pensar con claridad y tomar decisiones más seguras en lugar de entrar en pánico o intensificar la discusión
  • Protegerse emocionalmente en lugar de ser provocadas o manipuladas por las cosas feas que alguien les dice
  • Usar tácticas verbales de autodefensa para desescalar una interacción potencialmente violenta
  • Protegerse físicamente sin contraatacar
  • Crear un plan de seguridad sobre cómo irse y cómo obtener ayuda
  • Adaptar y aplicar todas estas habilidades en entornos virtuales además de espacios físicos

Cuando enseñamos autodefensa física a alumnas que se enfrentan a violencia doméstica, les decimos: “Si todavía tienes una relación íntima o vives con una persona que a veces es violenta, es probable que contraatacar aumente el riesgo de que esa persona se vuelva más peligrosa, tal vez mediante el uso de un arma. Si te defiendes físicamente, lo más seguro es irte de inmediato, acudir a un lugar seguro y no volver nunca más”.

Aprender habilidades de pelea, incluida la defensa contra armas, puede marcar una gran diferencia en la confianza en sí misma de una alumna y también puede aumentar su capacidad para protegerse en otras situaciones.

Usar habilidades de pelea para vengarse, castigar o controlar a una persona violenta es peligroso tanto física como legalmente. Enseñamos que las habilidades de pelea solo deben usarse como último recurso, cuando no hay otra forma de escapar de la situación y obtener ayuda. Nuevamente, aunque en las siguientes secciones usamos “él” para el agresor y “ella” para el agredido, estas herramientas de evaluación y estrategias de seguridad personal atañen a cualquier género.

Prestar atención a las primeras señales de peligro

Nuestros talleres están basados en habilidades y fortalezas. En lugar de solo hablar sobre los problemas, nos enfocamos en practicar qué decir y hacer para prevenir o resolver esos problemas. Sin embargo, la siguiente información puede ser útil para estructurar prácticas realistas para alumnos que se encuentran en las primeras etapas de una relación potencialmente violenta.

Al recordar el comienzo de la relación y las cosas que hicieron y dijeron con sus parejas en línea y en persona, algunos sobrevivientes de violencia doméstica o de pareja aseguran que notaron muchas señales de que había problemas que no reconocieron como preocupantes en el momento porque estaban “demasiado enamorados” o “demasiado solos” o “realmente querían que la relación funcionara”. Otros dicen que el comportamiento de su pareja era maravilloso hasta que se casaron o comenzaron a convivir.

En cualquier etapa de una relación íntima, la seguridad personal significa aprender a separar la apariencia y las acciones superficiales de lo que realmente cuenta en relación al carácter de alguien. A menudo, las personas son seducidas a amar a alguien por su apariencia y vestimenta, las cosas dulces que dicen, los regalos que dan, la emoción y la diversión de estar juntos, o la seguridad económica y el prestigio que parecen tener.

Ninguna de esas cualidades conducirá a una relación segura y positiva a menos que también traten a su pareja y a otros con respeto y cariño de manera consistente.

Éstas son algunas preguntas importantes de evaluación que alentamos a nuestros alumnos a considerar:

Tu pareja…

  • ¿Te trata como si te pertenecieras a ti misma o actúa de forma posesiva contigo?
  • ¿Parece positivo acerca de la atención que recibes de los demás o parece celoso de ella?
  • ¿Respeta tu privacidad en línea o trata de controlar y mantenerse al tanto de lo que haces y con quién hablas en línea?
  • ¿Insiste en que no hagas nada afectivo o sexual hacia él a menos que realmente te apetezca o trata de presionarte para que hagas más de lo que en realidad quieres?
  • ¿Te anima a hacer cosas, virtualmente y en persona, con amigos y familiares o intenta separarte de otras personas que son importantes para ti?
  • ¿Asume la responsabilidad por su propio comportamiento o te dice que no puede evitarlo porque te quiere tanto?
  • ¿Te anima a ser independiente y a hacer las cosas por tu cuenta o intenta que dependas de él?
  • ¿Hace su parte del trabajo en el hogar y con respecto al dinero o espera que pagues por él o que hagas la mayor parte del trabajo?

A las mujeres a menudo se les enseña que cuando un hombre es posesivo, celoso, exigente, necesitado o quiere toda la atención o tiempo de la mujer para él significa que le importa. La verdad es que un hombre que cree que una mujer es de su propiedad es peligroso.

Un excelente predictor del comportamiento futuro de alguien hacia cualquiera de nosotros es el comportamiento de esa persona hacia los demás.

Algunas preguntas de evaluación útiles son:

  • ¿Cómo actúa con los demás, tanto en línea como en persona?
  • ¿Qué hace cuando está enojado con alguien o molesto por algo?
  • ¿Asume su parte de la responsabilidad cuando las cosas van mal con otra persona, o su historia es que todo es culpa de la otra persona?
  • ¿Trata de hacer que las mujeres sientan lástima por él debido a toda la mala suerte que ha tenido con otras personas?

Otra herramienta de evaluación importante es darse cuenta de cómo es alguien cuando está decepcionado, frustrado o no consigue lo que quiere. ¿Es infeliz pero sigue siendo respetuoso? ¿O se vuelve agresivo? Les decimos a nuestras alumnas: “Recuerden que, incluso si alguien hace cosas maravillosas, es una señal de peligro si actúa de forma desagradable o amenazante con los demás o si culpa a los demás en lugar de asumir su responsabilidad. Actúen como si fueran extremadamente alérgicas a cualquier señal de posesividad, coerción emocional o amenaza. Recuerden que no deben lealtad o amor a alguien que las pone en peligro”.

Estas son algunas prácticas de seguridad en las relaciones que usamos con nuestros alumnos:

  • Quitarles el poder a los desencadenantes positivos, que pueden cegarlos ante un comportamiento potencialmente destructivo, así como a los negativos, que pueden hacer que se paralicen o intensifiquen la situación.
  • Protegerse emocionalmente de palabras como “¡Perra engreída!”
  • Irse y decir: “No estoy interesada”.
  • Decir de manera clara y firme: “No quiero salir contigo”.
  • No ceder ante la coerción emocional ni sentirse culpable aunque alguien esté muy triste.
  • Alejarse, tomar una postura fuerte y decir con una voz fuerte y firme: “Eso NO está bien para mí. Me voy”.
  • Empujar a alguien y decir: “Me voy a casa ahora”.
  • Resistir ante la presión y decir: “¡Mi NO significa NO!”
  • Sentarse en un automóvil imaginario y decir con una voz fuerte y clara una y otra vez: “Llévame a casa. Mi familia/compañeros de casa saben dónde estoy. ¡Llévame a casa AHORA!”
  • Adaptar y aplicar estas habilidades y estrategias para situaciones en línea.
Evaluar qué es normal y qué es peligroso en una relación

Es normal que las personas que se quieren se molesten a veces. Las personas en relaciones saludables a veces gritan y dicen cosas desagradables que luego desearían no haber dicho. En las parejas saludables, cada uno acepta su parte de responsabilidad por lo que salió mal, se disculpa y, es de esperar que, aprenda a lidiar con el conflicto de maneras más saludables. Gritar y decir cosas feas en un conflicto no es lo mismo que alguien tratando de controlar a otra persona a través de la violencia.

La violencia de pareja puede incluir:

  • Lenguaje amenazante sobre lastimar a la mujer o a alguien importante para ella de manera física, económica o legal
  • Gestos agresivos como agitar el puño o empuñar un cuchillo
  • Comportamiento destructivo, como tirar o romper cosas o conducir de manera imprudente
  • Acecho, en línea y en espacios físicos: dar atención repetida e indeseada que genera temor por la seguridad de la mujer y las personas cercanas a ella
  • Dominación física como empujones, sacudidas
  • Agresión sexual mediante cualquier tipo de contacto sexual forzado
  • Agresión física como golpear, pellizcar, obligar a la mujer a adoptar posiciones de sumisión o degradantes, o patear
  • Violencia sexual facilitada por la tecnología, como acoso en línea, piratería, acecho o sextorsión, cuando alguien amenaza con compartir imágenes u otra evidencia de actividad sexual como una forma de controlar o coaccionar a otra persona.

Si estos comportamientos ocurren, las disculpas y los arrepentimientos no son suficientes. Cuando una persona ha utilizado un comportamiento amenazante o violento para controlar una relación, ya sea en línea o en persona, es muy probable que lo vuelva a hacer. No hay una sola respuesta correcta para todos.

Hay mujeres cuyas relaciones han sobrevivido a una época de amenazas y violencia y se han vuelto saludables. Esto es más probable si ha habido solo una fase o episodio violento que llevó a la pareja a buscar ayuda que resultó en una mejora duradera.

El cambio es posible cuando una pareja abusiva está lo suficientemente comprometida con el aprendizaje y el uso de formas no destructivas de manejar la frustración y la ansiedad.

Sin embargo es mucho más común un patrón de abuso continuo en el cual el hombre culpa a la mujer o pasa por un ciclo de alternar entre violencia y disculpas abyectas . Lamentablemente, la esperanza poco realista de que las cosas mejorarán a menudo mantiene a las mujeres en relaciones peligrosas durante demasiado tiempo.

Sobrevivir mientras se convive con una pareja abusiva

Si alguien está en una situación de violencia doméstica de la que no cree que puede salir, entonces su desafío es tratar de apaciguar el conflicto tanto como sea posible. Se puede aprender a pensar estratégicamente en lugar de reaccionar ante el comportamiento de la otra persona. Se puede planificar el uso de tácticas verbales de autodefensa en lugar de esperar impotente el próximo estallido o desear de manera poco realista que nunca vuelva a suceder.

Estas son algunas prácticas que hacemos con nuestros alumnos, que pueden ser de ayuda cuando todavía están en una relación con una pareja que es violenta con ellos:

  • Centrarse haciendo que imaginen que están molestos y luego se tomen un momento para respirar y sentir sus cuerpos.
  • Moverse y pararse con atención, calma y confianza.
  • Usar su imaginación para deshacerse de las cosas hirientes y aterradoras que dice una pareja abusiva en lugar de aceptarlas como una verdad sobre ellos mismos.
  • Identificar y eliminar el poder de sus desencadenantes emocionales para que puedan tomar decisiones en lugar de reaccionar automáticamente a lo que alguien dice o hace.
  • Decirse cosas amables a sí mismos para contrarrestar las cosas malas que les han dicho.
  • Dejar que una persona agresiva tenga la última palabra sin sentir que han cedido su poder.
  • Establecer límites firmes y respetuosos.
  • Hacer un plan de seguridad sobre cómo obtener ayuda si hay una emergencia.
  • Ser persistentes y efectivos al pedir ayuda de personas que no quieren involucrarse.
  • Reportar a la policía de una manera tranquila y objetiva en lugar de sonar fuera de control. “Fui atacado. Tuve que defenderme. Necesito hablar con un abogado”.

A menudo, los alumnos se ven atrapados en querer controlar el comportamiento de su pareja abusiva. No quieren dejar que se salga con la suya cuando es injusto o hace comentarios desagradables. Les decimos a nuestros alumnos: “Sí, es cierto que nadie tiene derecho a hablarles de manera cruel o amenazante. Es normal querer vengarse o tratar de evitar que alguien les diga algo horrible. Es importante recordar que pueden sentirse de una manera y actuar de otra. En lugar de tratar de ganar una discusión, es más seguro mantener la calma y decir cosas tranquilizadoras”.

Si bien un arrebato puede parecer que surge de la nada, las mujeres a menudo pueden predecir los momentos en que es más probable que su pareja explote o intente castigarla. ¿Hay eventos desencadenantes como momentos de estrés o transición, experiencias decepcionantes o frustrantes, rechazo sexual o uso de alcohol o drogas? ¿Hay señales de advertencia de violencia inminente como comentarios degradantes, gestos amenazantes, etc.?

Una mujer compartió en un taller que había discutido con su esposo porque él quería la computadora y ella no había terminado de usarla. Su esposo arrancó la computadora de la mesa y la estrelló contra la pared frente a sus cuatro hijos pequeños. Nuestro instructor preguntó: “¿Era esto predecible?”

Nuestra alumna suspiró y dijo: “Sí”. Señalamos que el problema no era solo la computadora averiada sino, más importante aún, el daño que este comportamiento podía causar en sus hijos. Mientras viviera con este hombre, su trabajo era tratar de manejar el conflicto en lugar de intensificarlo. Luego hicimos un juego de roles en el que la mujer practicó retroceder ante varias demandas para renunciar a algo y decir con gracia: “Lo que tú quieras”.

Algunas tácticas verbales que practicamos con nuestros alumnos son:

  • Ir a un lugar seguro temporalmente. ¿Hay algún vecino, familiar o amigo con quien puedan quedarse tus hijos hasta que la situación se calme?
  • Alejarse con amor. Es peligroso gritar: “¡Te odio y no quiero volver a verte!”. En su lugar, ve a un lugar más seguro mientras dices en voz baja de manera cálida: “Te quiero y quiero que todos estemos a salvo. Volveré cuando te sientas mejor”.
  • Mentir. No le debes la verdad a un atacante. Puedes mentir y decir lo que la otra persona quiera escuchar sobre tus sentimientos o tus planes.
  • Distraer. Ten un plan listo si alguien está a punto de explotar. Una distracción podría ser alguien importante para tu pareja abusiva a quien le has pedido que espere tu llamada para que puedas decirle: “Tu hermano llamó con una noticia emocionante” y poder contar con el hermano en esa situación. Otra distracción podría ser mencionar un tema que lo haga enfocarse en problemas externos, como la política. Otra distracción podría ser comer una comida favorita.
  • Ofrecer una salida que salve las apariencias. Algunas personas lucharán hasta la muerte para preservar su imagen de sí mismos como poderosos y en control. En lugar de discutir, puede ser más efectivo mostrarse de acuerdo con una pareja abusiva que no está siendo razonable para ganar algo de tiempo y calmar la situación. “Sí, todo es mi culpa. Lo siento. Regresaré más tarde”.
  • Adaptar estas habilidades y estrategias para la comunicación digital con la pareja.

Es peligroso contraatacar y luego quedarse. En su lugar, les enseñamos a los alumnos cómo liberar los brazos de un agarre, esquivar o bloquear un golpe o salir de un estrangulamiento sin lastimar a la otra persona y luego irse lo más rápido posible. Creamos el espacio para que nuestros alumnos nos cuenten lo que sucede para que podamos adaptar las prácticas a sus necesidades preguntándoles: “¿Qué tipo de cosas les hacen entrar en conflicto?”

Una respuesta común podría ser: “Cuando él quiere tener sexo y yo no”. Luego preguntamos: “¿Qué pasa si dices NO?”

Los alumnos dicen cosas como: “Me acusará de engañarlo”. O “Me dirá que si no le doy lo que él quiere, me engañará”. O “Él dirá que no lo amo”. A veces representamos esto para que un alumno nos muestre lo que haría. Por lo general, se precipitará acercándose a la cara de la persona que finge ser su pareja y le gritará: “¡NO DIGAS ESO!”

Entonces les hacemos notar que acercarse demasiado a la cara de una persona molesta y gritarle hace que sea más probable que te golpee. Luego repetimos la práctica y guiamos al alumno para que se aleje con calma mientras dice con voz cálida: “TE AMO. NUNCA te engañaría. Quiero que ambos estemos a salvo. Volveré cuando nos sintamos mejor”. Seguimos recordándole que esta es solo una de las muchas opciones que tiene si puede continuar pensando con claridad en lugar de abrumarse por los sentimientos.

Salir de la relación y permanecer fuera

Esta es información a tener en cuenta al enseñar a las personas que se están preparando para irse o que acaban de irse. Terminar una relación abusiva puede ser un momento muy peligroso. Si es posible, es mejor reunir primero los documentos legales, obtener ayuda legal, tener acceso a una cuenta bancaria o pedirle a amigos o familiares de confianza que guarden dinero por ti y tener un lugar seguro a donde ir.

Las personas que se van estarán más seguras si pueden terminar la relación de manera decisiva, sin hacer amenazas y sin cambiar de opinión. Necesitarán un plan de seguridad para el lugar donde trabajan, donde viven y lo que sucederá con sus hijos. Necesitarán apoyo para crear una nueva vida y superar la tentación de volver a la relación. El sobreviviente y sus hijos se beneficiarán de la consejería para ayudar a reparar el daño causado por la relación.

En lugares donde hay programas de prevención de la violencia doméstica disponibles, éstos pueden ofrecer una gran cantidad de recursos para ayudar a las mujeres a salir y permanecer fuera. Mientras se prepara para irse, a fin de atravesar este momento de transición de manera segura, una mujer puede hacer que su situación sea menos riesgosa al usar las habilidades de seguridad personal descritas anteriormente para protegerse y apaciguar el conflicto. A menudo está más segura si puede ocultar sus intenciones, incluso si tiene que mentir, hasta que se haya ido a salvo.

Una vez que la mujer se ha ido, los problemas comunes que pueden hacer que sea difícil mantenerse fuera de la relación son:

  • Sentir pena por una ex pareja abusiva
  • Sentirse culpable por la tristeza de sus hijos
  • Miedo a ser capaz de mantenerse por su cuenta
  • Que otros miembros de la familia le digan que los ha deshonrado por no lograr que la relación funcione

Ayudamos a nuestros alumnos a practicar cómo protegerse de las creencias y pensamientos negativos, diciéndose cosas positivas y deteniéndose a pensar en lugar de reaccionar. Les pedimos que definan lo que significa apoyo para ellos y que practiquen ser efectivos y persistentes al pedir ayuda.

Aplicamos las prácticas descritas anteriormente junto con la autodefensa física en situaciones específicas de seguridad en persona y en línea que preocupan a nuestros alumnos una vez que viven lejos de la persona abusiva: “¿Qué pasa si aparece en mi puerta?”. “¿Y si me acorrala en la calle?”. “¿Qué pasa si amenaza con compartir fotos sexuales que tiene de mí?”. “¿Y si tiene un arma?”. ¿Qué pasa si, ahora que estoy solo, alguien me ataca?”.

Reconocemos repetidamente que nada funciona todo el tiempo, pero que estas herramientas funcionarán la mayor parte del tiempo. Nuestros alumnos expresan un gran alivio al poder repasar diferentes situaciones y probar el uso de las habilidades en diferentes contextos.

Mantener a los niños lo más seguros posible

Algunos padres que no dejarían una relación destructiva por sí mismos lo harán porque se preocupan por sus hijos. Otros se quedarán porque tienen miedo de perder la custodia de sus hijos o porque creen que es mejor para los niños mantener a la familia unida.

Ya sea que se queden o se vayan, les recordamos a los padres que puede ser emocionalmente dañino para los niños ver a sus padres perder el control hasta el punto de la violencia o presenciar cómo uno de los padres abusa de otro. Los niños de familias que enfrentan violencia doméstica se benefician de la capacitación básica en seguridad personal al sentirse más capaces de protegerse emocional y físicamente.

Las secuelas especiales para los niños a menudo incluyen:

  • Sentirse desesperanzados y como si nada de lo que hicieran marcará la diferencia.
  • Imitar el comportamiento abusivo de uno de los padres o el comportamiento de adaptación del otro padre.
  • Creer que la violencia es su culpa, especialmente porque a veces uno de los padres culpa a los niños por causar el conflicto.
  • Sentirse responsables de detener el conflicto o de proteger a otros niños en el hogar

Guiamos a los niños para que logren desechar las palabras destructivas que les dicen los demás o que se dicen a sí mismos, que sean poderosos con su voz y con su cuerpo, que se alejen y que sean persistentes en pedir ayuda. Les recordamos que ellos no son responsables de los problemas de sus padres. Ayudamos a los adultos a ayudar a los niños a crear planes de seguridad, incluso para la comunicación en línea sobre su situación, ya que las conversaciones que tienen en los espacios de juegos o redes sociales sobre lo que ha estado sucediendo con su familia podrían generar nuevos problemas de seguridad.

Lo que nos dicen los alumnos después de practicar incluso unas pocas habilidades

De vuelta en la sala de estar que se mencionó al principio de este artículo, nuestros alumnos del programa de violencia doméstica están entusiasmados después de nuestro breve tiempo juntos. Nuestros instructores alrededor del mundo a menudo informan estar asombrados por la gran diferencia que una pequeña cantidad de práctica puede hacer para alguien que ha pasado por un momento difícil. Nos conmueve su valentía.

Sus palabras nos motivan a seguir compartiendo esta información con otros:

  • “Esta es la primera vez que entiendo lo que significa establecer un límite”.
  • “¡Se sintió bien gritar NO!”.
  • “¡Nunca me había dado cuenta de que tengo tanto poder!”.
  • “En lugar de sentirme impotente, siento que puedo hacerme cargo de mí mismo y de mis emociones”.
  • “Ojalá hubiera sabido esto antes y me alegro de saberlo ahora”.
  • “Siento que tengo muchas más opciones sobre cómo protegerme a mí y a mis hijos”.
  • “En lugar de tener que pensar, mi cuerpo simplemente sabe qué hacer”.

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Fecha de Publicación: November 28, 2022 | Última actualización: November 28, 2022

Traducción de Ana Fernanda Uribe

Kidpower Founder and Executive Irene van der Zande is a master at teaching safety through stories and practices and at inspiring others to do the same. Her child protection and personal safety expertise has been featured by USA Today, CNN, Today Moms, the LA Times, and The Wall Street Journal. Publications include: cartoon-illustrated Kidpower Safety Comics and Kidpower Teaching Books curriculum; Bullying: What Adults Need to Know and Do to Keep Kids Safe; the Relationship Safety Skills Handbook for Teens and Adults; Earliest Teachable Moment: Personal Safety for Babies, Toddlers, and Preschoolers; The Kidpower Book for Caring Adults: Personal Safety, Self-Protection, Confidence, and Advocacy for Young People, and the Amazon Best Seller Doing Right by Our Kids: Protecting Child Safety at All Levels.